Los principales logros de la COP30 y lo que queda por hacer
Después de 13 días de negociaciones, la COP30 concluyó en Belém, Brasil, con algunos avances, pero con algunos temas que no lograron consenso entre los 195 países presentes.

En la COP30, marcada por la ausencia de la delegación estadounidense, quedaron algunos temas sin resolver y se espera que sean retomados en la próxima conferencia climática de las Naciones Unidas, la COP31, prevista para 2026 en Antalya, Turquía, con Australia presidiendo las negociaciones preparatorias.
Principal cuestión no resuelta en la COP30
Una de las principales lagunas del documento final fue la ausencia de referencias al petróleo. Solo unos 80 países intentaron encontrar un lenguaje que marcará una ruptura más firme con el carbón, el petróleo y el gas.
Sin embargo, Arabia Saudita y otros importantes productores de petróleo se mostraron, como era previsible, hostiles a la reducción de los combustibles fósiles.
Por lo tanto, la principal deficiencia del acuerdo final de la COP30 se refiere a la mitigación del cambio climático, ya que no incluye medidas más concretas para reducir las emisiones o incluso acabar con la dependencia de los combustibles fósiles. El nivel de ambición de la COP anterior en Bakú se mantuvo prácticamente igual.
Principales logros de la COP30
En cuanto al documento aprobado sobre los Objetivos de Adaptación Global, si bien concluyó con un conjunto más reducido de indicadores, por primera vez los países contarán con una base común para monitorear su preparación ante eventos extremos.

Los indicadores ayudarán a organizar este trabajo y a crear comparaciones más claras. Estos indicadores son formas sencillas de evaluar si los países están mejor preparados para la crisis climática, con alertas de emergencia, obras de control de inundaciones, sistemas de prevención, etc.
La conferencia también dio inicio a un proceso de dos años para detallar cómo funcionarán estas medidas en la práctica. Las decisiones aprobadas en el Paquete de Belém incluyen el compromiso de triplicar la financiación para la adaptación para 2035.
En Belém, se hizo hincapié en la importancia y la necesidad de que los países desarrollados aumenten la financiación para los países en desarrollo. Esta financiación ayudará a las poblaciones más vulnerables y menos responsables del cambio climático a crear medidas de adaptación al mismo, en particular a los fenómenos meteorológicos extremos.
Otra decisión importante de la COP30, se refiere a un mecanismo de transición justa, que conlleva la creación de un mecanismo de apoyo para los países en transición justa, conocido como Mecanismo de Acción de Belém (BAM), que prioriza a las personas y la equidad en la lucha contra el cambio climático..
Esta iniciativa busca fortalecer la cooperación internacional, la asistencia técnica, el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos.
La creación de este Fondo, estableció un mecanismo sin precedentes de pagos a largo plazo basados en los resultados verificados de los países en la conservación de los bosques tropicales.

En la COP30, se dio un paso significativo en el reconocimiento del papel de los pueblos indígenas. El Paquete de Belém hace claras referencias a su papel en la protección de los bosques y la adaptación al clima.
La COP30 abrió, por primera vez, un debate sobre cómo las normas comerciales entre países pueden influir en el clima.
La Unión Europea planea introducir un impuesto fronterizo sobre ciertos productos con altas emisiones de carbono, como el acero, los fertilizantes, el cemento y el aluminio, y muchos de sus socios comerciales, principalmente China, India y Arabia Saudita, no están satisfechos con la medida.
El acuerdo final también inicia un análisis sobre cómo el comercio mundial puede contribuir, y no obstaculizar, la adopción de tecnologías más limpias.
Muchos comentaristas de la COP30 mencionaron que uno de los éxitos de esta COP fue el multilateralismo, en el que se promovió la negociación, el diálogo y la búsqueda de consenso para alcanzar los objetivos globales.
Como Brasil continuará como presidente de la COP30 hasta noviembre de 2026, coincidiendo con la COP31, el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, reafirmó el compromiso de Brasil de avanzar en tres pilares principales de la COP30: fortalecer el multilateralismo y el régimen climático, vincular las iniciativas climáticas a la vida cotidiana de las personas y acelerar la implementación del Acuerdo de París.