Octubre trajo consigo un importante obstáculo para la transición global del transporte marítimo hacia las cero emisiones
Tras una década de debates y preparativos, surgió un importante obstáculo durante una reunión celebrada en Londres para alcanzar un acuerdo que facilitara la transición del transporte marítimo hacia combustibles más limpios.

El sector del transporte marítimo mundial es responsable del 3 % de las emisiones globales, y la transición a combustibles más limpios requerirá un esfuerzo coordinado a nivel mundial. En octubre surgió un importante obstáculo para lograrlo.
Esto ocurrió después de que más de 100 países se reunieran en Londres para aprobar un acuerdo que se había pactado desde abril. De haberse aprobado, el acuerdo habría convertido al transporte marítimo en la primera industria del mundo en adoptar objetivos de reducción de emisiones establecidos internacionalmente.
La BBC informó que el presidente estadounidense Donald Trump calificó este plan de “estafa verde”. Según el sitio web de noticias, los representantes de Arabia Saudita presentaron entonces una moción para aplazar las conversaciones durante un año.
¿Qué pasaría sin combustibles más limpios?
Si no se toman medidas, la Organización Marítima Internacional (IMO, en inglés) prevé que para 2050 las emisiones podrían aumentar entre un 10 y un 150 %. Las proyecciones climáticas ya son suficientemente alarmantes como para considerar las consecuencias de pequeños cambios porcentuales en la cantidad de emisiones futuras.
Dado que el transporte marítimo es uno de los principales sectores responsables de las emisiones de combustibles fósiles, surgen preguntas e inquietudes sobre si el mundo será capaz de unirse para alcanzar los objetivos de sostenibilidad para el futuro.
Un acuerdo tras una década de negociaciones
El acuerdo se alcanzó en abril tras una década de negociaciones. Se consideró histórico, ya que significaba que el transporte marítimo se convertiría en la primera industria del mundo con objetivos de reducción de emisiones impuestos internacionalmente.
Esto habría significado que, a partir de 2028, los armadores tendrían que hacer la transición a combustibles más limpios o enfrentarse a multas por seguir utilizando el petróleo crudo pesado y el diésel que tradicionalmente se emplean hoy en día.
Durante las negociaciones de la IMO, Faig Abbasov, director del programa de transporte marítimo del grupo de expertos Transport and Environment, declaró a la BBC: "No existe un combustible tan barato como el diésel que utilizan los barcos hoy en día, porque cuando extraemos petróleo crudo del subsuelo, extraemos todos los componentes valiosos, como el queroseno para la aviación, el diésel y la gasolina para los automóviles".
El desafío que se avecina para el sector del transporte marítimo
Es cierto que la transición a estos combustibles más limpios conlleva muchos desafíos, ya que muchos barcos necesitarán ser reacondicionados con nuevos motores, y el manejo de dichos combustibles implica nuevos riesgos y problemas de seguridad, no solo en los barcos sino también en los propios puertos.
Según la última actualización, no parece factible implementar la normativa para 2028. Tras mucho esfuerzo, las conversaciones siguen estancadas, pero se espera que, mediante el diálogo, la situación mejore a tiempo para descarbonizar el transporte marítimo en plazos razonables.
Referencia de la noticia
Landmark deal to cut global shipping emissions in tatters after US pressure. BBC. Climate. November 2025.