Por qué les ponemos a nuestras mascotas los nombres más tontos y qué dice eso de nosotros

Chocolo. Bigotes. Reina Miau Miau. Nos encanta ponerles a nuestras mascotas los nombres más graciosos, y según la ciencia, dice mucho de cuánto las adoramos.

Gato atigrado de rayas grises y perro border collie con expresión feliz juntos sobre fondo amarillo Por alisaaa
Resulta que hay una base científica detrás de nuestra obsesión por ponerles apodos ridículos a nuestras mascotas, y es bastante adorable.

Todos sabemos que las mascotas son parte de la familia, pero ¿por qué nos esforzamos por ponerles apodos que suenan más a realeza o personajes de dibujos animados que a nombres reales? Científicos y psicólogos afirman que este lenguaje juguetón es, en realidad, una forma natural en que los humanos expresamos afecto y fortalecemos nuestras relaciones, no solo con las personas, sino también con los animales.

Según los expertos, al crear estos apodos tan graciosos, aprovechamos los mismos patrones emocionales que subyacen a cómo les hablamos a los bebés o a nuestros amigos cercanos. Los sonidos exagerados, las palabras graciosas y los tonos tiernos son una forma de demostrar amor y cariño, lo que hace que tanto nosotros como nuestras mascotas nos sintamos conectados.

Es el lenguaje de los bebés peludos

Los investigadores lo llaman lenguaje dirigido a las mascotas. Se caracteriza por un tono más agudo, un ritmo más lento y vocales exageradas, similar a cómo los adultos les hablan a los bebés. Este tipo de lenguaje capta la atención de las mascotas, les ayuda a reconocer sus nombres e incluso las hace sentir seguras.

El lenguaje dirigido a las mascotas es universal: En todo el mundo, las personas tienden a usar un tono de voz más agudo y cantarín al hablar con sus mascotas, como si fueran bebés. Esto les ayuda a prestar atención y comprender mejor las emociones.

Así que, cuando dices "¡Buen chico, mi bolita peluda!" en lugar de solo "Max", estás interactuando con tu mascota de una manera emocionalmente significativa. Cuanto más juguetón y original sea el apodo, más fuerte se vuelve el vínculo afectuoso.

También hay un lado social

Estos nombres graciosos suelen formar parte de la cultura familiar. Las parejas, quienes dividen departamento e incluso los niños los adoptan y añaden sus propias variaciones, creando rutinas compartidas y risas en torno a una criatura querida.

En muchos sentidos, la evolución de los apodos para mascotas refleja cómo evoluciona el lenguaje en grupos sociales muy unidos: es una señal de pertenencia, cariño y alegría compartida.
Una joven encantadora y sonriente descansa mientras pasea por el parque con dos perros dorados. La niña abraza a sus mascotas. Amor y cariño entre su dueño y su mascota. Adoptando una mascota de un refugio.
Hablar con las mascotas puede reducir el estrés: usar un lenguaje juguetón y afectuoso con sus mascotas puede liberar oxitocina, la “hormona del amor”, tanto en ti como en tu amigo peludo.

Los apodos también actúan como una especie de estratificación de la identidad. No solo le estás poniendo a tu gato "Milo", sino que constantemente actualizas tu relación con él a través del lenguaje: "Milo-Mu", "Señor Rasca-Mucho", "Capitán Cara de Siesta". Cada nombre es una pequeña carta de amor disfrazada.

La ciencia dice: ¡continúa!

Así que si tu perro tiene una docena de apodos y tu gato tiene todo un árbol genealógico de títulos, no te sientas ridículo ni extraño. La ciencia nos dice que este nombre juguetón es una forma poderosa de expresar amor y crear cercanía. Incluso ayuda a nuestras mascotas a comprendernos y responder mejor a nosotros.

La próxima vez que llames a tu mascota algo como "mi bolita de algodón", recuerda: estás hablando el lenguaje del amor, y probablemente a tu mascota también le encante.

Referencias de la noticia

- Señor Snoofioso? Why we give our pets such weird nicknames—according to scientists. July 4, 2025. Laurie Clarke.