La extraña razón por la que estas orugas adoptan la pose de una esfinge egipcia

¿Cómo podría una pequeña criatura enseñarnos algo nuevo sobre cómo manejar el dolor adaptando el comportamiento, y podría esto conducir a avances en el manejo de plagas agrícolas?

Oruga del gusano cuerno del tabaco
La oruga del gusano cuerno del tabaco es una voraz devoradora de plantas de tomate, tabaco y otras plantas de la familia de las solanáceas. Crédito: Pixabay.

¡Ay!, ¡oh, no! Algo ha ocurrido para activar receptores especializados, los nociceptores, que convierten los estímulos nocivos (como el calor o el frío extremos) en señales eléctricas que viajan por la médula espinal hasta el cerebro y alertan al cuerpo del dolor. Retrocedes de un salto, en una respuesta rápida y reactiva.

Suele ocurrir así: un mecanismo dinámico y receptivo, en gran medida automático, se activa y ayuda a garantizar nuestra supervivencia. Pero ¿existen otras formas de percibir y afrontar el dolor que puedan ampliar nuestra comprensión del animal y generar nuevos tratamientos para su manejo?

Simple pero sorprendente

Investigaciones recientes sobre cómo la oruga del gusano cuerno del tabaco responde y gestiona el dolor están cambiando radicalmente la idea estereotipada de una respuesta rápida y reactiva. De hecho, esta pequeña criatura hace algo bastante interesante: cuando se somete a una perturbación mecánica, las orugas parecen adoptar conscientemente una postura similar a la de una esfinge.

La oruga del gusano cuerno del tabaco (Manduca sexta) es de color verde frondoso con destellos blancos que caen en cascada por su pequeño cuerpo. Recibe su nombre por la proyección en forma de cuerno que tiene en la espalda y es conocida por su voraz consumo de plantas de tomate y tabaco. Como destaca esta investigación, la oruga posee un sistema neuronal relativamente simple, aunque sorprendente.

Manejo de la sensibilidad al dolor

En ensayos con 20 orugas, científicos de la Universidad de Tufts descubrieron que los insectos se congelaban en una posición similar a la de una esfinge egipcia. Los insectos inclinaban la cabeza y el pecho hacia abajo cuando los investigadores los acariciaban con un pincel, golpeaban el área circundante o retiraban material de debajo. Se volvían menos sensibles al calor en esta postura, lo que indica que esta disminuía su sensibilidad al dolor.

Las exploraciones cerebrales revelaron que se trataba de una decisión activa, no de un simple reflejo. El estado de esfinge solo se producía cuando se les provocaba, como lo demuestra el hecho de que las orugas desatendidas durante un día entero no entraban en este estado. En otras palabras, al adoptar esta postura, las orugas redujeron deliberadamente su susceptibilidad a la incomodidad.

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Este trabajo desafía la creencia popular de que los comportamientos basados en el dolor en los animales son meros reflejos automáticos, al demostrar cómo incluso una humilde oruga puede controlar deliberadamente su respuesta al dolor. El gusano cuerno exhibe su inmovilidad, similar a la de una esfinge, como una táctica intencionada, en lugar de una respuesta de lucha o huida, lo que revela una sorprendente adaptabilidad en la respuesta de los animales a estímulos peligrosos.

No se trata solo de orugas. Comprender cómo las defensas para el control de plagas puede conducir a un manejo de plagas más seguro y con menor uso de productos químicos en la agricultura. Investigar cómo los sistemas neuronales simples reducen el dolor también puede ayudar a investigadores y profesionales médicos a desarrollar nuevas estrategias para tratar el dolor crónico o intenso en las personas.

Referencias de la noticia

Caterpillars suppress nocifensive behaviours during the quiescent ‘sphinx’ state. Biology Letters. August 2025. Kondakath, G.; Messinger, IM.; Veliko-Shapko, A, and Trimmer, B.