Los científicos están cada vez más cerca de descubrir el misterio detrás de la niebla mental del COVID prolongado
Los investigadores han informado de una firma cerebral repetible en las personas con COVID prolongado, lo que aumenta las esperanzas de obtener diagnósticos más claros en el futuro.
La COVID prolongada ha persistido mucho después de que desaparecieran los titulares, y hay un síntoma que sigue apareciendo: niebla mental.
Quienes han experimentado o padecido COVID a menudo hablan de falta de concentración, fallos de memoria y pensamiento más lento, pero durante años ha sido difícil precisar la biología detrás de esto.
Esto se debe a que los médicos carecían de un marcador medible, lo que dificultaba el diagnóstico y dificultaba las conjeturas sobre el tratamiento. Sin embargo, un equipo de investigación en Japón cree haberlo descifrado tras descubrir una señal molecular clara.
Dentro de la niebla
Mediante un nuevo tipo de escáner cerebral, los científicos descubrieron que las personas con COVID persistente presentan aumentos generalizados en los receptores AMPA, las proteínas que ayudan a las neuronas a comunicarse entre sí. Este cambio se acompaña de problemas cognitivos y signos de inflamación, lo que sugiere una causa comprobable en lugar de un rotulo impreciso.
Dirigidos por el profesor Takuya Takahashi de la Universidad de la Ciudad de Yokohama, los investigadores utilizaron imágenes PET K-2 AMPAR para visualizar estos receptores en cerebros vivos. En un estudio con 30 pacientes con COVID-19 prolongada, comparado con 80 voluntarios sanos, la tomografía detectó un aumento significativo en la densidad de AMPAR; cuanto mayor era este aumento, mayor era la confusión mental.
"Al aplicar nuestra tecnología de imágenes PET con receptor AMPA recientemente desarrollada, pretendemos brindar una perspectiva novedosa y soluciones innovadoras al apremiante desafío médico que representa la COVID prolongada", afirmó Takahashi.
El equipo también vinculó niveles más elevados de receptores con marcadores inflamatorios, lo que sugiere un impulso inmunológico sobre estos interruptores sinápticos.
Takahashi señaló que, anteriormente, el equipo había detectado peculiaridades estructurales tras la COVID-19, pero no la alteración molecular que podría estar causando problemas de pensamiento. Sin embargo, su nuevo estudio demostró cómo la fisiología y los síntomas se complementan, y la exploración distinguió a los pacientes de los controles con gran precisión, con una sensibilidad del 100 % y una especificidad del 91 %.
Un avance alentador
En sus hallazgos, el equipo de investigación explicó que si los receptores AMPA están hiperactivos, se convierten en una diana terapéutica. Por lo tanto, los fármacos existentes o nuevos que atenúan la señalización AMPAR podrían, en teoría, aliviar la confusión mental. La exploración en sí misma también ofrece una herramienta de diagnóstico para ensayos clínicos y clínicos, ayudando a clasificar a los pacientes, monitorizar la recuperación y probar medicamentos que actúan sobre la misma vía.
"Nuestros hallazgos demuestran claramente que la confusión mental causada por la COVID persistente debería reconocerse como una condición clínica legítima", añadió Takahashi. "Esto podría impulsar al sector sanitario a acelerar el desarrollo de enfoques diagnósticos y terapéuticos para este trastorno".
La investigación está definitivamente en las primeras etapas, pero para millones de personas que viven con COVID prolongado, este nuevo desarrollo podría ayudar a limitar la búsqueda desde todo el cerebro a un sistema receptor específico, que es un lugar prometedor para comenzar.
Referencia de la noticia
Systemic increase of AMPA receptors associated with cognitive impairment of long COVID, published in Brain Communications, October 2025.