De Torres del Paine a Cabo Polonio: los parques nacionales más espectaculares de Sudamérica para visitar en primavera
Un recorrido por los escenarios naturales más impactantes de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay para celebrar la llegada de la estación más esperada y cautivadora del año.

Días más largos gracias a una exposición prolongada de horas de sol, temperaturas templadas y paisajes que se renuevan y florecen activamente hacen de esta época un momento ideal para recorrer parques nacionales y reservas que son verdaderos tesoros de Sudamérica.
Así, septiembre en esta porción del mundo es mucho más que una estación, es la excusa perfecta para disfrutar de lugares cautivadores al aire libre y reencontrarse con la naturaleza más fascinante. ¿Dónde ir y por qué? Te lo contamos a continuación.
Parque Nacional Torres del Paine, Última Esperanza
Postales de lagos turquesas, glaciares imponentes y picos escarpados hacen que el Parque Nacional Torres del Paine sea considerado uno de los más bellos del planeta: septiembre marca nada más y nada menos que el inicio de la temporada de trekking en este santuario patagónico.

Entre los senderos y circuitos más destacados para aprovechar a partir de la primavera se destacan el famoso Circuito W que pasa por los puntos destacados del Parque -las Torres, Valle del Francés, Glaciar Grey-; el Circuito O (u “la vuelta al Paine”) que cubre el parque prácticamente por completo; y las caminatas de día como el sendero al mirador de la Base de las Torres, el mirador del Valle Francés, Cuernos del Paine, Salto Grande, entre otros.
Además, en el interior de Torres del Paine, los días más templados acompañan también el regreso de la vida silvestre en un entorno de lagos, glaciares y montañas, ofreciendo una experiencia de contacto con la naturaleza lo más completa posible.
Desierto de Atacama
Si bien no es un Parque Nacional en sí mismo, el Desierto de Atacama contempla una vasta región natural que se extiende por varias regiones del norte de Chile (principalmente Antofagasta y Atacama) dentro de las cuales se sitúan varias reservas naturales y áreas protegidas.
¿Por qué visitarlo en primavera? Aunque no se trate de un acontecimiento que ocurra todos los años, esta época puede regalar el fenómeno del desierto florido, cuando mantos violetas y amarillos cubren el paisaje árido. Así, esta época transforma el paisaje árido en un espectáculo único, en una región de por sí ya célebre por sus géiseres y lagunas altiplánicas.

Esta propuesta resulta un complemento de lujo a los atractivos turísticos destacados de este parque nacional que también ofrece experiencias como:
- Observación astronómica: es uno de los mejores lugares del mundo para mirar estrellas, por su sequedad y cielos despejados. Se pueden hacer tours astronómicos o visitar observatorios como ALMA o Paranal.
- Exploración de paisajes icónicos: como el Valle de la Luna y el Valle de la Muerte, ambos con dunas, formaciones rocosas y atardeceres inolvidables; y la Cordillera de la Sal, con paisajes erosionados, cañones y miradores impresionantes.
- Aproximación a lagunas locales y altiplano: como las Lagunas Miscanti y Miñiques, rodeadas de volcanes, de aguas azules profundas; o las Lagunas Cejar y Tebinquinche.
¿Sabías que en el Salar de Atacama se puede flotar gracias a la salinidad? Una experiencia tan sorprendente como contemplar un atardecer en el Valle de la Luna o mirar el cielo estrellado en plena noche altiplánica.
Parque Nacional Talampaya, La Rioja
Entre imponentes paredones rojizos de más de 150 metros, cañones y formaciones que parecen esculpidas por artistas, y paisajes que parecen de otro planeta, el Parque Nacional Talampaya luce en primavera un clima ideal para recorrer el inmenso área natural protegida a pie, en bicicleta o en camionetas 4x4.
Junto con el Parque Provincial Ischigualasto (en la provincia de San Juan), Talampaya forma parte del conjunto “Ischigualasto–Talampaya”, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO en el año 2000.
Parque Nacional Iguazú, Misiones
El parque nacional más imponente y majestuoso de Argentina es uno de los sitios más espectaculares de Sudamérica para visitar en primavera: las Cataratas del Iguazú alcanzan en esta época un caudal imponente.

Además, el calor aún no es agobiante -como sí se puede registrar en verano- y la selva misionera empieza a lucir sus orquídeas y mariposas, enmarcando la Garganta del Diablo y los 275 saltos, que convierten la visita en un espectáculo natural único, digno de una de las Siete Maravillas del Mundo.
En este rincón de la región, la primavera convoca a una experiencia múltiple: naturaleza poderosa con sus saltos de agua, biodiversidad y aventuras activas. Todo esto se combina con el contacto con la cultura local, como en pocos destinos se logra.
Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz
Por su parte, en la Patagonia, más precisamente en este parque nacional que conserva glaciares, bosques y estepas patagónicos con el cerro Chaltén y el glaciar Perito Moreno como atractivos turísticos, la primavera combina el florecimiento de la vegetación andina con los lagos y los gigantes de hielo.

Caminatas sobre el glaciar, navegaciones y senderos de montaña ofrecen aventuras inolvidables en esta área natural protegida -la de mayor extensión de Argentina-, rodeada de paisajes sobrecogedores y un clima más amable que en pleno invierno.
Parque Nacional do Iguaçu, Foz do Iguaçu
Así como del lado argentino la experiencia en Iguazú es imperdible durante la primavera, del lado brasileño, las cataratas ofrecen panorámicas frontales espectaculares durante esta temporada.

Septiembre aporta temperaturas agradables y un marco selvático frondoso habitado por monos, tucanes, coatíes y mariposas que llenan de vida silvestre este paisaje impresionante.
Pantanal, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul
El mayor humedal del mundo, con ríos, lagunas, pantanos y pastizales, es una invitación irresistible a permanecer temporalmente en un “mundo aparte”, donde la naturaleza domina en todas sus formas.
Este atractivo natural registra un paisaje que cambia según la estación. En primavera/verano el nivel de agua sube, favoreciendo al máximo tanto la fauna como la flora que allí habita: palmeras, aguapés, bosques de galería y campos inundables.

A partir de estas fechas, los Safaris fotográficos permiten avistar jaguares, capibaras y cientos de especies de aves. Precisamente este es uno de los mejores lugares del mundo para el avistaje de jaguares, especialmente en el río Cuiabá.
Parque Nacional Santa Teresa, Rocha
En el litoral atlántico, la primavera anuncia la antesala de la temporada de playa. Las temperaturas se vuelven más agradables y comienza a florecer la vegetación de algunos senderos interpretativos.

El Parque Nacional Santa Teresa, que cuenta con doce kilómetros de playas que se extienden desde el Cerro Verde hasta el balneario de Punta del Diablo, invita a recorrer sus bosques de pinos y eucaliptos, senderos costeros y su fortaleza colonial.
Parque Nacional Cabo Polonio, Rocha
El Parque Nacional Cabo Polonio sorprende con dunas móviles, lobos marinos y un ambiente bohemio.

El clima templado y la naturaleza activa hacen de la primavera la estación ideal para caminatas y fotografías: es la oportunidad perfecta para recorrer a pie sus paisajes vírgenes antes de la llegada masiva de turistas en verano.