Esta planta aromática sobrevive al frío y perfuma la cocina todo el invierno
El romero resiste las heladas, necesita poca agua y crece feliz incluso en macetas. Aprende a cuidarlo y aprovecha sus hojas durante todo el invierno.

El invierno no es excusa para renunciar a las plantas aromáticas frescas. Mientras muchas especies entran en pausa o pierden hojas, el romero (Salvia rosmarinus) se mantiene firme, con su follaje siempre verde y su inconfundible fragancia que no se apaga con el frío.
Tolera heladas suaves, necesita poca agua y crece feliz en macetas, terrazas o rincones soleados del jardín. Su valor no es solo culinario: el romero decora, repele plagas, atrae insectos benéficos y es ideal para quienes buscan una planta resistente, útil y fácil de mantener, incluso si no tienen experiencia en jardinería.
Una planta hecha para resistir
Este arbusto perenne puede resistir sin problemas las temperaturas frías de Argentina, siempre que no haya heladas extremas ni suelos encharcados. Su follaje grueso y aceitoso actúa como una barrera natural contra el frío, mientras que sus raíces prefieren suelos más bien secos durante esta época.

Muchas variedades comerciales son especialmente resistentes y se mantienen verdes todo el año. Incluso en macetas, basta con ubicarlo en un rincón protegido del viento y con buena luz para que conserve su forma y aroma. En climas con inviernos suaves, puede seguir creciendo lentamente durante los meses más fríos.
Cuidados básicos del romero en temporada fría
Aunque es una planta de bajo mantenimiento, el invierno impone ciertos desafíos. Para mantenerlo sano en esta época, conviene ajustar algunos hábitos de cuidado:
- Riego moderado: el exceso de agua es su peor enemigo. En invierno, con menor evaporación, es común regar más de la cuenta. Toca el sustrato antes de regar: si aún está húmedo, espera.
- Macetas con drenaje: usa recipientes con orificios y una capa de piedras o greda volcánica en el fondo. El romero prefiere condiciones similares a las de un cerro seco y soleado.
- Buena exposición a la luz: si bien resiste sombra parcial, el romero crece más compacto y aromático si recibe sol directo. Busca el rincón más iluminado de tu balcón o jardín.
- Protección contra el viento: en lugares expuestos, colócalo cerca de un muro o agrúpalo con otras plantas para protegerlo de ráfagas frías que pueden deshidratar sus hojas.
Estos cuidados simples bastan para que el romero mantenga su vigor durante todo el invierno, listo para aportar sabor, aroma y verdor incluso en los días más grises.
Cómo cosecharlo y usarlo en la cocina
Puedes cortar pequeñas ramitas durante todo el año, incluyendo el invierno. Lo ideal es podar ligeramente las puntas, eligiendo tallos tiernos.

Si cortas demasiado, especialmente en invierno, la planta puede demorar más en recuperarse. El romero combina bien con platos al horno, caldos, infusiones e incluso aceites aromatizados. Además de su uso culinario, también puede secarse para conservar su aroma por más tiempo.
Mucho más que una planta bonita
Además de su uso culinario, el romero ofrece beneficios para la salud que vale la pena aprovechar. Sus hojas contienen compuestos como el ácido rosmarínico y los aceites esenciales, conocidos por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y estimulantes.

Infusiones de romero se han usado tradicionalmente para aliviar trastornos digestivos, mejorar la circulación, estimular la memoria y combatir el cansancio físico o mental.
También es común su uso externo en preparados para masajes o enjuagues capilares. En el jardín o la cocina, tener romero a mano no solo significa tener una hierba aromática útil: es sumar una planta con múltiples cualidades que siguen activas durante todo el invierno.
Referencias de la noticia
- Dougherty, A. (2025). The #1 Herb to Decrease Inflammation, According to Dietitians. EatingWell.