Plantas que brillan en la oscuridad: científicos logran un paso clave hacia lámparas vivas

Un equipo de investigadores logró que plantas comunes emitan luz de varios colores tras exponerse al Sol. El hallazgo abre la posibilidad de sistemas de iluminación sostenible, aunque todavía quedan dudas sobre su impacto a largo plazo.

Las suculentas brillaban en diferentes colores tras haber sido impregnadas con partículas de fósforo que absorben y liberan lentamente la luz.
Las suculentas brillaban en diferentes colores tras haber sido impregnadas con partículas de fósforo que absorben y liberan lentamente la luz. Crédito: Liu et al., Matter.

Científicos de la South China Agricultural University (SCAU) en Guangzhou desarrollaron las primeras plantas multicolores del mundo que brillan en la oscuridad.

Se trata de suculentas capaces de emitir un resplandor azul, verde, rojo o azul violeta después de absorber energía de la luz solar o de lámparas LED.

El avance, publicado en la revista Matter, no recurre a la ingeniería genética, sino a un método sorprendentemente simple y económico: la inyección de diminutas partículas de fósforo en las hojas. Estos compuestos, similares a los que se utilizan en juguetes fluorescentes, capturan fotones y luego los liberan lentamente, generando un efecto fosforescente visible durante un par de horas.

El secreto está en las partículas

El éxito de la técnica radica en el ajuste del tamaño de las partículas fosforescentes. Los investigadores determinaron que 7 micrómetros era la medida óptima para permitir que se desplazaran por los tejidos foliares sin perder capacidad luminosa.

Cuando las partículas eran demasiado pequeñas, la difusión era sencilla, pero el brillo resultaba insuficiente. En cambio, con partículas más grandes se obtenía un resplandor intenso, aunque quedaban atrapadas sin poder recorrer la hoja.

Las suculentas resultaron ser la especie ideal para este experimento, gracias a la estructura de sus tejidos: canales estrechos, uniformes y bien distribuidos que permiten que las partículas se difundan con facilidad y generen una luminiscencia homogénea.

De la prueba de laboratorio a la “pared brillante”

Con unos minutos de exposición a la luz, las suculentas modificadas pudieron brillar hasta dos horas seguidas. El uso de diferentes productos fosforescentes permitió variar la paleta de colores, que incluyó distintas tonalidades de verde, azul y rojo.

Los investigadores dieron un paso más y construyeron una instalación experimental: una pared viva con 56 plantas brillantes. El conjunto fue capaz de emitir suficiente luz como para distinguir objetos cercanos o incluso leer a corta distancia.

El procedimiento también resultó ser rápido y barato. Preparar cada planta demandó apenas diez minutos de trabajo y el coste de materiales rondó el euro y medio, sin considerar la mano de obra.

Posibles aplicaciones y límites actuales

El hallazgo despierta tanto entusiasmo como cautela. Por un lado, los científicos imaginan usos prácticos inmediatos: iluminación de senderos, jardines, espacios interiores o decoraciones sostenibles de bajo consumo.

Estas “lámparas vivas” podrían convertirse en una alternativa parcial a la electricidad, al menos en contextos de baja intensidad lumínica.

Sin embargo, aún existen interrogantes importantes. La intensidad del resplandor disminuye con el tiempo y no se ha estudiado en profundidad el efecto que estas partículas pueden tener en la salud de las plantas o en el entorno natural. Antes de pensar en una producción comercial, los investigadores subrayan la necesidad de evaluar la seguridad y la durabilidad del tratamiento.

Otro desafío es la posibilidad de trasladar el método a especies más allá de las suculentas, lo que permitiría ampliar el abanico de aplicaciones y llevar la tecnología a plantas de mayor tamaño o con funciones ornamentales y urbanas más relevantes.

Una nueva forma de biointegración

Más allá de la estética y la curiosidad científica, el trabajo representa un paso hacia la integración de micromateriales inorgánicos en organismos vivos sin alterar su ADN. Según los autores, este enfoque podría impulsar un futuro donde la biología y la tecnología converjan para crear soluciones sostenibles, reduciendo el consumo energético y la huella ambiental.

Por ahora, las plantas brillantes son un experimento fascinante, una prueba de que la naturaleza puede convertirse en fuente de luz gracias a un pequeño empujón tecnológico. El tiempo dirá si estas suculentas luminosas son solo una curiosidad científica o la antesala de una revolución verde en la iluminación urbana.

Referencia de la noticia

Shuting Liu et al. Sunlight-powered multicolor and uniform luminescence in material-engineered living plants. Matter (2025). https://doi.org/10.1016/j.matt.2025.102370