El plan de la OMM que puede salvar miles de vidas con alertas tempranas y evitar tragedias como las de Sudán y Libia

La falta de sistemas de alerta multirriesgo convirtió fenómenos meteorológicos mortales en tragedias evitables, como en Sudán y Libia. Iniciativas globales como Early Warnings for All y el Common Alerting Protocol son hoy una oportunidad decisiva para cambiar esa realidad.

Tragedias meteorológicas
Si bien los fenómenos meteorológicos extremos no se pueden evitar, el acceso a alertas tempranas si pueden evitar cientos o miles de muertes. Ese es el plan de la OMM para generar alertas que lleguen a todos independientemente de la condición económica de cada país. Imagen: CC

Hace apenas unos días, un devastador deslave en Sudán arrasó un pueblo y dejó más de mil muertos con sólo un sobreviviente, una tragedia que podría haberse evitado o al menos mitigado con una alerta meteorológica temprana eficaz. En Meteored te contamos el detalle de esta tragedia que pasó casi desapercibida para occidente. El aumento de eventos meteorológicos extremos, exacerbado por el cambio climático, demanda sistemas de aviso inmediatos, precisos y accesibles para todos.

Las alertas tempranas no son un lujo, son la diferencia entre tragedias evitables y vidas perdidas: iniciativas como EW4All y CAP son ahora urgencia global, no opción secundaria.

En Libia, en 2023 la tormenta Daniel dejó más de 6.800 muertos y miles de desaparecidos; una vez más, la ausencia de comunicación oportuna mostró el costo humano de ignorar el poder de las alertas. Este tipo de desastres refuerza la urgencia global de adoptar sistemas multirriesgo interconectados capaces de anticipar, comunicar y motivar acción inmediata, especialmente en países con menos recursos.

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Sistemas pioneros como Early Warnings for All (EW4All) buscan llenar ese vacío. Lanzada por la ONU y la OMM en 2022, la iniciativa aspira a que toda persona esté protegida por sistemas de alerta temprana para 2027. Alcanzar coberturas universales no es sólo deseable, es costo-efecto, con retornos estimados en casi diez veces la inversión realizada.

Tecnología y estándares: el lenguaje universal que salva vidas

El Common Alerting Protocol (CAP) representa un lenguaje común para alertas de emergencias, compatible con múltiples canales y tipos de peligro. Gracias a su estructura XML y estándares internacionales, CAP permite difundir información crítica simultáneamente por distintos medios: apps, radio, SMS, servicios meteorológicos, entre otros.

Adoptado por la OASIS en 2004 y reconocido como recomendación ITU-T X.1303, CAP está integrado en normativas de la OMM y ha sido impulsado como práctica recomendada desde 2023. Su uso multiplica la eficacia de la distribución de alertas al eliminar barreras tecnológicas entre sistemas.

Además, CAP complementa marcos normativos como la ISO 22322, que guía la difusión de advertencias al público para garantizar comportamientos efectivos ante emergencias. La sinergia entre protocolos como CAP y normas ISO aumenta la claridad y contundencia de los mensajes de alerta, especialmente en contextos de crisis.

El desafío global: converger alertas, finanzas y acción

Implementar sistemas robustos requiere inversión, coordinación y gobernanza multisectorial. En junio de 2025, se celebró en Ginebra el primer Foro Global Early Warnings for All, que reunió a gobiernos, organizaciones internacionales y sociedad civil para impulsar la financiación y colaboración necesaria.

Alertas globales
Tener acceso a información de alertas meteorológicas ante eventos extremos permite la toma de decisiones que implican salvar vidas. Pero también evitar enormes gastos para naciones muchas veces ya empobrecidas. Imagen: OMM

Gracias a este impulso, ya son 108 países los que cuentan con sistemas multirriesgo de alerta temprana, un avance notable en poco tiempo. Sin embargo, muchas naciones aún quedan fuera, especialmente estados insulares, países en desarrollo o regiones remotas, donde la vulnerabilidad climática y la brecha tecnológica son persistentes.

Cerrar esas brechas implica fortalecer los cuatro pilares del sistema EW4All: conocimiento del riesgo, monitoreo y pronóstico, difusión efectiva y respuesta comunitaria. Solo así se puede garantizar una cobertura real, inclusiva y eficiente, que convierta alertas en acciones que salven vidas. El objetivo es que la información esté disponible para todos, porque en muchos casos eso es la diferencia entre la vida o la muerte.