Las claves del ciclo solar: cómo se generan las tormentas solares más potentes
Es evidente que el clima espacial desempeña ahora un papel fundamental en el desarrollo de la vida y la tecnología en la Tierra. Algunos científicos han descubierto similitudes entre el Sol y otras estrellas que podrían mejorar los pronósticos futuros.

Conocemos la fuerza destructiva que pueden alcanzar algunas tormentas solares. El evento de Carrington de 1859 es prueba de ello, pero no es el único. Por ejemplo, en 1989, otra gran tormenta solar causó grandes daños en Quebec, donde un apagón de varias horas afectó a millones de personas.
Sin embargo, es importante comprender que si hoy ocurriera una tormenta solar de la magnitud del evento de Carrington, los daños serían incalculables. Esto se debe a la enorme dependencia de nuestra sociedad moderna de la tecnología. Imaginemos estados enteros sin líneas telefónicas, internet ni electricidad durante horas o días.
Poder predecir las tormentas solares, especialmente las más energéticas, es crucial, ya que nos permitiría implementar toda una serie de protocolos para intentar limitar los daños que un fenómeno de esta magnitud podría causar.
Mejora de las predicciones meteorológicas espaciales
Prácticamente todas las agencias espaciales del mundo cuentan con programas dedicados a esta investigación, y científicos de todo el planeta trabajan constantemente para lograr este objetivo.
Un descubrimiento reciente, publicado en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, podría sentar las bases para una nueva línea de investigación que mejore los pronósticos del clima espacial.
Los científicos han estado rastreando la actividad magnética de estrellas de rotación rápida similares al Sol para comprender mejor cómo evolucionan los campos magnéticos estelares con el tiempo. Observaron que:
Esta es una de las declaraciones del Dr. Deepal Chahal, de la Universidad Macquaire, autor principal del artículo publicado recientemente.

Este trabajo ha desmentido el mito de que el comportamiento magnético del Sol era inusual en comparación con el de otras estrellas, que parecían tener ciclos mucho más cortos o mucho más largos.
De hecho, el ciclo de once años del Sol está estrechamente vinculado a su campo magnético, que se invierte completamente cada 11 años, lo que significa que el norte magnético se convierte en sur y viceversa. Durante este proceso, la actividad magnética aumenta drásticamente.
En esencia, lo que ocurre en nuestra estrella no es una excepción cósmica, como se creía anteriormente. Los científicos compararon datos de 138 estrellas similares al Sol recopilados por varios telescopios espaciales durante una década, encontrando pistas importantes sobre cómo era el Sol cuando era más joven y activo.
El Sol se comporta como muchas otras estrellas
El Dr. Chahal enfatiza un punto importante: «Hemos encontrado varias estrellas jóvenes similares al Sol con ciclos magnéticos similares al nuestro, pero más cortos. A medida que envejecen y su rotación se ralentiza, estas estrellas podrían evolucionar hasta tener ciclos similares al ciclo actual del Sol de 11 años».
Llegar a esta conclusión nos permite imaginar el comportamiento futuro del Sol, lo que ayuda a los científicos a predecir el clima espacial.
De hecho, comprender los patrones de los ciclos de actividad estelar nos ayuda a predecir mejor cuándo podrían ocurrir eventos meteorológicos espaciales peligrosos, lo cual es útil no solo para el Sol y nuestro sistema solar, sino también para otras estrellas y sistemas planetarios.
Referencias de la noticia
- Deepak Chahal, Devika Kamath, Richard de Grijs, Benjamin T Montet, Xiaodian Chen, Photometric activity cycles in fast-rotating stars: revisiting the reality of stellar activity cycle branches, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 540, Issue 1, June 2025, Pages 668-687.