Evolución eléctrica: árboles que se benefician de los rayos en los trópicos
Los rayos no solo causan destrucción en los bosques tropicales: investigaciones recientes revelan efectos positivos inesperados, que van desde la eliminación de parásitos hasta la mejora en la reproducción de ciertas especies, mientras que las lianas empeoran la mortalidad de árboles jóvenes.

Los bosques tropicales reciben millones de rayos cada año. Se estima que en áreas como Barro Colorado, Panamá, un 16 % de la biomasa arbórea muere anualmente por estos fenómenos. El calentamiento global está fortaleciendo las tormentas, lo que conduce a descargas eléctricas más frecuentes e intensas, incrementando las zonas afectadas, tal como indica Phys.org.
“El rayo vaporiza la savia, fractura troncos y puede desencadenar incendios; incluso puede matar árboles hasta dos años después del impacto”, explican los ecólogos. Aunque la muerte de árboles libera nutrientes y abre claros en el dosel, este proceso puede alterar el equilibrio del ecosistema tropical si los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes.
How some tropical trees benefit from being struck by lightning: evidence for Dipteryx oleifera and other large-statured trees
— New Phytologist (@NewPhyt) March 28, 2025
Gora et al.
https://t.co/qCRQb02SuC pic.twitter.com/fN96jXBe6j
Históricamente, la literatura ecológica subestimaba estos efectos. Sin embargo, la combinación de sensores de campo, drones y sistemas de detección de descargas ha permitido documentar y cuantificar con precisión la extensión del impacto.
Lianas: conductoras letales
Las lianas, comunes en selvas tropicales, actúan como cables eléctricos entre árboles. Cuando un rayo impacta un árbol grande, estas enredaderas conducen la corriente hacia árboles más pequeños, desencadenando muertes adicionales. Se ha observado que, en zonas densamente pobladas de lianas, la mortalidad entre los árboles secundarios se incrementa considerablemente.
Getting hit by lightning is usually bad news, but a new study led by Cary's @GoraEvan reveals a tree species that actually benefits from ️ strikes, and may have evolved to act as a natural lightning rod. @NewPhyt @smithsonian https://t.co/wqJGc0vjYF
— Cary Institute (@caryinstitute) March 26, 2025
Un estudio panameño concluyó que la densidad de lianas está directamente relacionada con el número de árboles dañados por impacto. Aunque no amplían la superficie afectada, sí aumentan la severidad del daño. De esta manera queda claro cómo algunas cosas antes subestimadas juegan un papel muy importante en el equilibrio natural.
Estos hallazgos revelan que sin lianas, muchos árboles jóvenes soportarían mejor las descargas. Ahora, los modelos forestales incorporan estos "cables vivos" como un factor clave en la respuesta de los bosques al rayo.
El almendro tropical: ganador eléctrico
El almendro tropical (Dipteryx oleifera), de entre los más altos en los trópicos, destaca por su sorprendente resiliencia ante los rayos. Estudios recientes demuestran que puede sobrevivir múltiples descargas sin pérdida grave y que tras un impacto elimina hasta el 78 % de sus lianas parasitarias, además de varias especies competidoras.

Este aclaramiento natural le permite acceder a mayores niveles de luz, agua y nutrientes, lo que estimula su reproducción. Según investigadores, el almendro multiplica por 14 su producción de semillas tras ser golpeado. Es uno de los árboles que mayores beneficios obtiene de la actividad eléctrica de las tormentas.
Se propone incluso que su gran altura y estructura pueden haber evolucionado para atraer rayos como estrategia selectiva. Aunque este es el ejemplo más documentado, los científicos están explorando otros bosques en África y Asia para identificar especies con adaptaciones similares a la actividad eléctrica.
Referencia de la noticia:
Gora, E.M., Muller-Landau, H.C., Cushman, K.C., Richards, J.H., Bitzer, P.M., Burchfield, J.C., Narváez, P. and Yanoviak, S.P. (2025), How some tropical trees benefit from being struck by lightning: evidence for Dipteryx oleifera and other large-statured trees. New Phytol, 246: 1554-1566. https://doi.org/10.1111/nph.70062