Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco: ¿cómo logran los colores de la fumata negra y blanca en el Vaticano?

Humo negro (no hay acuerdo), humo blanco (hay acuerdo, y nuevo Papa). Te contamos la composición química detrás de esos dos colores que salen por la chimenea de la Capilla Sixtina, luego de cada votación de los 133 cardenales que participan de este nuevo el cónclave.

Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco: ¿cómo logran los colores de la fumata negra y blanca en el Vaticano?
Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco: ¿cómo logran los colores de la fumata negra y blanca en el Vaticano?

Tras el fallecimiento del Papa Francisco (el cardenal argentino, Jorge Mario Bergoglio), el 21 de abril en el lunes de Pascua, un nuevo cónclave se lleva a cabo en la Capilla Sixtina. El decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, convocó a cardenales de todo el mundo a Roma para formar parte de un nuevo cónclave, el proceso centenario de confidencialidad, cuya finalidad es elegir al nuevo Papa, sucesor de Francisco.

Los líderes de la Iglesia Católica, en esta oportunidad 133 cardenales menores de 80 años, viajaron para reunirse en la Ciudad del Vaticano, un estado independiente en el corazón de Roma, permanecen encerrados en el cónclave "con clave", que significa con llave, sin contacto con el mundo exterior. De las votaciones entre todos los presentes, saldrá elegido el Papa 267°. San Pedro, considerado el primer Papa según la tradición católica, en el año 30 d.C.

La elección de un nuevo Papa representa un acontecimiento de profunda trascendencia para los 1400 millones de católicos en todo el mundo, y las señales de humo que emanan de la Capilla Sixtina constituyen un momento de intensa expectación. Los fieles se reúnen en la Plaza de San Pedro durante el cónclave, mientras esperan que el humo salga de la chimenea de la Capilla Sixtina.

Qué ocurre en el cónclave papal

Lo que ocurre dentro de los cónclaves papales es, lógicamente, extremadamente difíciles de predecir, ya que forman parte del proceso electoral más secreto del mundo. Una vez que los cardenales ingresan a la Capilla Sixtina no pueden comunicarse con el mundo exterior, hasta que se elija un nuevo Papa.

Los cónclaves se celebran desde hace siglos, siguiendo estrictas normas destinadas a proteger el secreto e impedir la influencia exterior.

La primera tarde del cónclave sólo hay una ronda de votación, esto ocurrió ayer miércoles 7 de mayo, y se emitió fumata negra porque no hubo acuerdo. Luego, los cardenales pueden votar hasta cuatro veces cada día, dos por la mañana y dos por la tarde, hasta que se llegue a un acuerdo.

Para elegir a un nuevo Papa se necesita una mayoría de dos tercios, y eso puede llevar tiempo. Cada cardenal emite su voto en una papeleta que dice, en latín: “Elijo como Sumo Pontífice a” y añade el nombre del candidato elegido.

En el caso de la elección del Papa Francisco, el último cónclave en 2013, la fumata fue blanca tras solo cinco rondas de votaciones, lo que lo convierte en una de las decisiones más rápidas de los tiempos modernos. En siglos anteriores, sin embargo, los desacuerdos entre facciones provocaban a veces que los cónclaves se prolongaran durante meses.

Humo blanco y humo negro en el Vaticano

Para elegir a un nuevo Papa se necesita una mayoría de dos tercios, y eso puede llevar tiempo. Cada cardenal emite su voto en una papeleta que dice, en latín: “Elijo como Sumo Pontífice a” y añade el nombre del candidato elegido.

La palabra "cónclave" procede del latín "cum clave", que significa "con llave", y refleja la tradición de confinar a los cardenales.

La práctica de quemar las papeletas de votación se remonta al menos al año 1417, principalmente para garantizar el secreto de los votos de los cardenales. El uso del humo como señal específica del resultado de la elección es un desarrollo más reciente.

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A la izquierda: La chimenea con salida de humo negro (no hay acuerdo). A la derecha: el humo blanco saliendo por la chimenea de la Capilla Sixtina, fumata blanca (hay acuerdo, y nuevo Papa).

Inicialmente, la quema de las papeletas tenía un propósito práctico: el secreto. Con el tiempo, evolucionó hasta convertirse en una señal comunicativa. Esta transformación indica un cambio en la función principal del ritual a lo largo del tiempo. El uso del color del humo como señal es de principios del siglo XX. Esta diferencia temporal sugiere una evolución de la práctica

Estas columnas de humo, ya sean blancas o negras, ofrecen una pista visual al mundo exterior sobre el desarrollo del cónclave. El uso de humo negro y blanco se ha arraigado profundamente en la tradición, capturando la atención tanto de los fieles como de la comunidad global en general.

Los colores contrastantes de negro y blanco poseen un peso simbólico inherente, donde el blanco se asocia a menudo con resultados positivos (un nuevo Papa) y el negro con resultados negativos (aún no hay decisión). La elección deliberada de colores para transmitir un mensaje claro con una comprensión cultural implícita.

El primer uso documentado de humo blanco específicamente para anunciar la elección de un Papa se remonta a 1914, con la elección del Papa Benedicto XV.

Antes de la instalación de una chimenea permanente en la Capilla Sixtina en el siglo XVIII, el proceso de señalización habría sido diferente. El retraso en la adopción de la señal de humo hasta principios del siglo XX, a pesar de la larga historia de la quema de papeletas, sugiere que la necesidad de un anuncio público más claro se hizo más apremiante en los tiempos modernos, posiblemente debido al aumento del interés público y la atención de los medios.

Cómo logran el humo negro

El humo negro (fumata nera) significa que los cardenales aún no han alcanzado la mayoría de dos tercios necesaria para elegir a un nuevo Papa. Indica un voto fallido en la última ronda de votación. La aparición de humo negro genera una continua anticipación y especulación entre las multitudes que esperan, enfatizando la naturaleza de suspenso del cónclave.

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Una gaviota vuela cerca del personal encargado de instalar la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina. (Foto: REUTERS/Stoyan Nenov)

Históricamente, el humo negro se producía quemando las papeletas junto con paja húmeda o brea alquitranada. Modernamente, para asegurar un color negro intenso y evitar confusiones, se añaden compuestos químicos específicos a las papeletas quemadas. Los productos químicos utilizados para crear humo negro suelen incluir perclorato de potasio, antraceno (un componente del alquitrán de hulla) y azufre.

El perclorato de potasio actúa como un oxidante que aporta oxígeno a la reacción, mientras que el antraceno, que es un hidrocarburo derivado del alquitrán de carbón, sirve como combustible principal.

cónclave papal
El horno de la derecha se utiliza para quemar las papeletas electorales, y el de la izquierda para generar humo e indicar cómo ha terminado la votación. Créditos: BBC.

El azufre, por su parte, facilita la combustión al reducir la temperatura necesaria para iniciar la reacción. Este proceso produce una combustión ineficiente que genera partículas de carbono no quemadas, que son responsables del humo negro espeso.

El cambio de usar paja a productos químicos específicos refleja el deseo de una mayor precisión y claridad en la señal, probablemente provocado por casos pasados de colores de humo ambiguos.

Cómo logran el humo blanco

El humo blanco (fumata bianca) anuncia que un nuevo Papa ha sido elegido con éxito por el Colegio de Cardenales, habiendo recibido la mayoría necesaria de dos tercios de los votos, y de una respuesta positiva por parte del cardenal que acepta el cargo, de ser así elige el nombre que desea adoptar, y se anuncia con la aparición de humo blanco que se elevará sobre la Capilla Sixtina, señal de que se ha elegido un nuevo Papa. Este momento es seguido por el repique de las campanas de la Basílica de San Pedro y el anuncio "Habemus Papam" desde el balcón.

La combinación de humo blanco y el repique de campanas proporciona una doble confirmación de la elección, reduciendo aún más cualquier posibilidad de mala interpretación.

Como contamos, históricamente el humo blanco se producía quemando las papeletas solas o con paja seca. El Papa Pío X dispuso en 1904 que se quemaran todos los documentos relacionados con la elección, lo que generó un humo blanco más visible.

Actualmente, el humo blanco se genera añadiendo una mezcla de clorato de potasio, lactosa y una resina de pino conocida como brea griega o colofonia a las papeletas quemadas. El clorato de potasio, un oxidante más potente que el perclorato, asegura una combustión rápida y vigorosa. La lactosa, un tipo de azúcar, actúa como combustible, mientras que la resina de pino contribuye al color blanco del humo al liberar pequeñas gotas y partículas claras durante la combustión. Este proceso genera una nube densa compuesta principalmente de vapor de agua y partículas blancas, lo que garantiza una señal clara y visible.

Antes del mandato de Pío X, el humo blanco podría haber sido menos distintivo. Al exigir la quema de todos los documentos relacionados, aseguró una mayor cantidad de humo blanco, lo que hizo que el anuncio fuera visualmente más impactante para las multitudes que esperan