Cruceros en la COP30: ¿solución creativa o polémica costosa?

Para acoger la COP30, Belém apuesta por cruceros como hoteles flotantes. La propuesta, creativa y polémica, divide opiniones sobre costes, logística y sostenibilidad, y sitúa a Brasil en el centro del debate internacional.

COP30, IPCC
Los cruceros se utilizarán como alojamiento alternativo para la COP30 en Belém.

La ciudad de Belém, en Pará, está a punto de convertirse en el centro de atención mundial al ser sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP30, en 2025.

Con la expectativa de recibir más de 70.000 visitantes, entre ellos líderes mundiales, científicos, periodistas y activistas, la capital de Pará se enfrenta a un enorme desafío logístico: ¿dónde albergar a tanta gente sin comprometer la organización y la accesibilidad del evento?

Belém, Pará
Belém se prepara para recibir la COP30, adaptando su infraestructura para acoger a miles de visitantes.

Para abordar la limitada red hotelera local, el gobierno brasileño presentó una propuesta audaz: transformar los cruceros en hoteles temporales, atracados en el puerto de la ciudad. La idea, que combina creatividad y practicidad, generó curiosidad y atrajo la atención internacional, pero también generó críticas por los costos, el impacto ambiental y la viabilidad de implementar la solución en tan poco tiempo.

Un alojamiento inusual

La propuesta del gobierno prevé alojar a miles de participantes en cruceros. Las tarifas varían según el perfil de las delegaciones: los países menos desarrollados pagarían entre 100 y 220 dólares estadounidenses por noche, mientras que otros participantes pagarían hasta 600 dólares estadounidenses.

Aunque la iniciativa promete comodidad y cercanía a los eventos, representantes de algunas delegaciones aseguran que los precios aún son elevados, sobre todo para equipos grandes u organizaciones de la sociedad civil.

Además del tema financiero, los expertos advierten que la operación simultánea de grandes barcos en el puerto puede generar desafíos logísticos y ambientales, como el aumento del consumo energético, la necesidad de un tratamiento adecuado de efluentes e impactos en la fauna acuática local.

Belém, puertos
La Estación das Docas y el Mercado Ver-o-Peso, iconos culturales y turísticos de Belém, combinan arquitectura portuaria, gastronomía amazónica y tradición ribereña.

Una comparación con los alojamientos convencionales en Belém muestra que, a pesar de ser más escasos, los hoteles y posadas ofrecen tarifas más asequibles para algunos visitantes.

Más allá del precio, muchos de estos establecimientos conservan el encanto histórico y la hospitalidad local, permitiendo a los huéspedes experimentar la cultura y la gastronomía tradicional de Pará. Sin embargo, el número limitado de habitaciones disponibles refuerza el desafío de alojar a una afluencia tan grande de participantes durante la COP30.

Repercusión y crítica internacional

La inusual logística despertó el interés de la prensa internacional, que destacó tanto la creatividad de la solución como sus implicaciones prácticas. Algunos ven la propuesta como un ejemplo de adaptación ante la escasez de infraestructura, pero otros señalan los riesgos de crear barreras a la participación.

Entre las principales críticas planteadas están:

  • Costos considerados altos para los países en desarrollo.
  • Impactos ambientales de la presencia de grandes buques en puerto.
  • Limitaciones de movilidad, ya que los viajes entre el barco y los lugares del evento dependerán del transporte terrestre y fluvial.
  • Posible exclusión de grupos y organizaciones con menos recursos.

Estos puntos se suman al debate más amplio sobre cómo organizar una conferencia climática a gran escala de manera inclusiva, sostenible y financieramente viable.

Desafíos locales

Belém, a pesar de su importancia histórica y cultural, cuenta con una capacidad hotelera limitada para la magnitud de la COP30. La ciudad confía en que el evento impulse su economía, pero se enfrenta a la presión de garantizar una experiencia positiva para los visitantes sin sobrecargar los servicios públicos.

La idea de utilizar estos barcos busca equilibrar la oferta y la demanda, pero requiere una planificación cuidadosa para evitar impactos negativos. Aspectos como el tratamiento de residuos a bordo, la seguridad de los buques y el transporte eficiente a los lugares de reunión serán cruciales para el éxito de la iniciativa.

Además, el impacto internacional puede influir en la imagen de Brasil como anfitrión de eventos climáticos y en su capacidad de ofrecer soluciones innovadoras que combinen hospitalidad, accesibilidad y sostenibilidad.