Día Internacional de la Conservación del Suelo 2025: Recuperar el suelo es asegurar el futuro

La degradación del suelo en las últimas décadas se acelera, poniendo en riesgo la supervivencia de los ecosistemas del planeta. Su protección es vital para todos.

Esta conmemoración se lleva a cabo desde 1960, promoviendo la colaboración internacional para la protección de este recurso vital.

Desde la infancia, nos enseñan que todo lo que nos rodea y satisface nuestras necesidades es producido por medio de recursos categorizados como renovables y no renovables. Pero, ¿alguna vez pensaste que el suelo en donde crece la naturaleza podría tratarse de un recurso del tipo no renovable?

Cada centímetro de la tierra en la que los niños crean castillos de lodo, que alberga las plantas de tu jardín, que alimenta las macetas de tu hogar y que en la actualidad muchos optan por esconder debajo de una manta de concreto gris, tarda entre 100 y 1 000 años en formarse.

Minerales, microorganismos vivos, agua y restos de materia orgánica son sólo algunos de sus componentes que, aunque la mayoría no se lo imagina, son vitales para la subsistencia de la vida en nuestro planeta. Siendo su degradación una amenaza creciente en las últimas décadas, hoy en día hasta un 90 % del suelo está en peligro.

Según los informes recientes de la FAO Y PNUMA, cerca del 30% del suelo a nivel global sufre una degradación que podría llegar a ser irreversible,

Es por esto, que cada 07 de julio se conmemora esta fecha; con el fin de visibilizar la importancia vital del suelo, crear conciencia acerca de los factores más importantes de su degradación acelerada por las actividades humanas e incentivar su conservación, cuidado y protección a nivel global.

El suelo: la raíz de la vida

Todo en nuestro planeta es un ciclo. Tanto en el cielo, en la tierra y el mar. La naturaleza cíclica de cada una de las esferas que conforma este complejo sistema es la razón por la que la vida florece y persiste. Sin embargo, es necesario que millones de factores trabajen en conjunto, dejando entonces que cada espacio cumpla su función.

Nacer, crecer, morir y otra vez: la naturaleza en sí misma no se complica. Lo que para un ser es el fin, para otro es el inicio y para otro, es un simple proceso más a lo largo de su existencia. Para millones de procesos y seres vivos, el suelo es el lugar en donde todo comienza, pero nada acaba, sino que se transforma.

El suelo es el hábitat de más del 25 % de la diversidad biológica del planeta, y al menos 40 % de los organismos vivos están asociados de forma directa al suelo durante su ciclo biológico.

Es por esto, que el suelo es tan importante. Su relevancia va más allá de los beneficios que podemos contabilizar con base a lo que nos provee, al ser el punto donde ocurren diversos procesos químicos, físicos y biológicos que son clave para la supervivencia de la vida en sus diferentes formas.

El suelo es un sistema vivo necesario para la biodiversidad, la regulación del clima global y el ciclo del agua: un proceso vital para los seres vivos.
El suelo es un sistema vivo necesario para la biodiversidad, la regulación del clima global y el ciclo del agua.

Cumpliendo su propia naturaleza cíclica, el suelo cambia, se degrada y se transforma cada cierto tiempo debido a la interacción con otros componentes del planeta como el agua o el viento. Estos procesos —que toman miles de años— cambian el suelo y crean nuevos horizontes que pueden ser aprovechados por nuevas formas de vida.

Degradación del suelo, ¿en qué momento el equilibrio se salió de control?

Lo que en algún momento fue parte de un ciclo necesario del suelo fomentado por otros agentes naturales, cambió por completo como consecuencia de las actividades humanas. Con el avance tecnológico de los últimos 150 años y el crecimiento acelerado de la explotación de recursos naturales, ya nada es como antes.

Según informes de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación, la agricultura intensiva, la deforestación, la contaminación química, los pesticidas, el crecimiento urbano y el Cambio Climático, han sido la principal causa de degradación del suelo en la actualidad.

Cada año se pierden 24,000 millones de toneladas de suelo fértil a nivel global, siendo América Latina y África los continentes más afectados. Esto, además de representar una enorme amenaza para el manejo sostenible de la agricultura agrícola, podría ser un desencadenante de desertificación, desplazando hasta 135 millones de personas la próxima década.

De continuar este ritmo de degradación, para el 2050 al menos 950 millones de hectáreas estarían en riesgo: lo que abre la posibilidad a una crisis alimentaria a nival global. Además, esto podría reducir drásticamente la abundancia de organismos vitales para los procesos necesarios de distribución de nutrientes.

El suelo es el recurso más importante para la producción de alimentos a nivel global.

Otros riesgos que podrían continuar en aumento son el incremento de inundaciones, la contaminación de acuíferos, la acidificación del suelo, el aumento de la liberación de CO₂ a la atmósfera y la pérdida de especies animales, vegetales y microbianas.

Un eco de lucha por la naturaleza

Si bien, la degradación del suelo es un fenómeno en crecimiento a nivel global, la concientización con el fin de promover su cuidado también ha incrementado en las últimas décadas. Todo gracias a Hugh Hammond Bennett, un científico estadounidense que ayudó a visibilizar esta problemática a escala global, y que creó políticas de conservación de los suelos.

Puedes aprender más del suelo, de plantas y el aprovechamiento y cuidado de este recurso natural a través de nuestro portal. Busca el apartado llamado: Plantas.

Gracias a su trabajo de investigación como pionero en la conservación del suelo, se logró comprobar que se podía aprovechar y mejorar la producción de la tierra por medio de su cuidado hace más de 70 años. Desde el año 1963, en esta fecha, distintas organizaciones alrededor del mundo incentivan las labores de conservación y cuidado del suelo.

Este es un claro ejemplo que las acciones de cada persona cuentan, y que el interés por el cuidado del medio ambiente y las prácticas de conservación, pueden traspasar las fronteras del tiempo y espacio. Recuerda que proteger la tierra, también es una forma de cosechar un futuro para las siguientes generaciones.

Referencias de la noticia

Alianza Mundial por el Suelo, FAO.

PNUMA Alerta de riesgos por la degradación del suelo, ONU.