El desfile planetario de agosto 2025: Mercurio se une al espectáculo cósmico

Tras la conjunción de Venus y Júpiter el 12 de agosto, el cielo matutino ofrece un desfile aún más completo el día 19, con Saturno, la Luna creciente y Mercurio.

Imagen artística de los planetas del Sistema Solar. Las distancias y tamaños no están a escala.

El amanecer del 12 de agosto nos dejó un espectáculo deslumbrante, pues Venus y Júpiter — los dos planetas más brillantes — se conjuntaron en el horizonte oriental, con una separación de apenas 0.9 grados; bastaba extender el dedo meñique para cubrirlos a ambos en el cielo.

Los que madrugaron, tuvieron la fortuna de contemplar una de las escenas más bellas de este año astronómico. El lucero de la mañana brillaba con su resplandor blanco, mientras Júpiter lo acompañaba con un fulgor ligeramente más pálido, formando un dúo inconfundible justo antes de que el amanecer los desvaneciera.

En lo alto, la Luna casi llena se paseaba cerca de Saturno, agregando un contraste luminoso a la función celeste, junto a las Perseidas que estaban en plena actividad, cruzando el firmamento con destellos fugaces que completaban un amanecer inolvidable.

Eventos como esta conjunción sólo son un simple acercamiento aparente desde nuestro punto de vista, y representan la danza constante de los planetas en torno al Sol; un recordatorio de que el cielo está en perpetuo movimiento y que cada alineación es única e irrepetible.

Júpiter y Venus sobre Italia. Créditos: NASA/APOD & Giovanni Tumino.

Con el recuerdo fresco de ese encuentro, ahora la atención se desplaza hacia lo que ocurrirá antes del amanecer del próximo 19 de agosto, cuando más astros se unan para formar un auténtico desfile cósmico.

El regreso de Mercurio

Sin duda alguna, el planeta más cercano al Sol fue el gran ausente del 12 de agosto y es que estaba demasiado próximo a nuestra estrella, recién salido de su conjunción inferior a finales de julio, por lo que permanecía invisible, escondido en el resplandor solar.

Sin embargo, Mercurio es rápido en sus desplazamientos. Apenas una semana más tarde, se reincorpora al escenario celeste alcanzando el 19 de agosto su mayor elongación occidental, momento en que logrará separarse lo suficiente del Sol como para aparecer fugazmente antes del amanecer.

Conviene insistir en que la seguridad es clave y debemos recordar que nunca se deben apuntar telescopios o binoculares hacia el Sol o cerca de él, ya que incluso una fracción de su luz directa puede causar daños irreversibles en los ojos.

Detectar a Mercurio nunca es sencillo, su brillo compite con el resplandor del horizonte y suele estar muy bajo; pero justo esas dificultades lo convierten en un objetivo codiciado para los observadores. Quien logre encontrarlo en esas madrugadas podrá decir que vio al esquivo mensajero de los dioses.

Un desfile, una fecha

La madrugada del 19 será el momento cumbre, cuando Venus y Júpiter, aunque ya algo más separados, brillen juntos en la constelación de Géminis, dominando el horizonte oriental con su luz intensa, y siendo fácilmente reconocibles entre las pocas estrellas que aún sobrevivan al inminente resplandor solar.

En ese instante, se sumará la Luna en fase creciente, mostrando apenas un fino arco luminoso que resaltará aún más la belleza de la pareja planetaria. Nuestro satélite se colocará en una posición estratégica, como si marcara el inicio del desfile con su presencia discreta pero poética.

Vista oriental del 19 de agosto. Crédito: timeanddate.

Mercurio, recién reincorporado, aparecerá abajo de Venus, completando así el grupo de planetas visibles al amanecer. Verlo junto al lucero matutino facilitará su localización, un regalo especial para quienes madruguen con paciencia y curiosidad.

Un poco más arriba en el cielo, Saturno se mantendrá como un espectador distante pero constante y, con su brillo amarillento que lo delata como el verdadero señor de los anillos. De este modo, la alineación quedará compuesta por cuatro planetas más la Luna, todos visibles a simple vista.

Cómo disfrutar el espectáculo

El secreto para aprovechar este desfile cósmico es simple, madrugar y buscar un sitio con un horizonte oriental despejado, aclimatarse una hora antes del amanecer para que, en el momento ideal podamos captar la máxima belleza del evento.

No es necesario ningún instrumento astronómico. De hecho, la magia reside en observar cómo los planetas se alinean como faroles en la madrugada, acompañados por la delicada luz lunar. Aunque si puedes usar mapas celestes o aplicaciones de astronomía para anticipar la posición exacta desde tu ciudad.

Conviene además recordar que agosto aún ofrece destellos de las Perseidas, lo que significa que, mientras se contempla el desfile de planetas, todavía existe la posibilidad de ver meteoros surcando el cielo, sumando un elemento extra de emoción a la experiencia.

Es así como agosto de 2025 nos regala grandes capítulos astronómicos:

  • La conjunción anterior de Venus y Júpiter.
  • El esperado desfile del 19 con la incorporación de Mercurio y la compañía de la Luna.
  • Las Perseidas, la lluvia más espectacular del año con hasta 100 meteoros por hora.

Así que no debemos olvidar que el cielo siempre nos ofrece la mejor opción para tener una cita con el universo, por lo que debemos recordar que el mejor espectáculo está, siempre, sobre nuestras cabezas.