La Muralla China no se ve desde el espacio y no usamos el 10% del cerebro por culpa de ET: 5 mitos de la astronomía
En la era de telescopios gigantes y misiones a Marte, aún persisten mitos espaciales que se repiten como verdades. Desde la Muralla China “visible” hasta el famoso 10% del cerebro, repasamos cinco ideas populares que la ciencia ya dejó atrás.

En pleno 2025, mientras enviamos robots a Marte, escuchamos estrellas con radiotelescopios y fotografiamos agujeros negros, todavía sobreviven mitos que parecen sacados de viejas películas de ciencia ficción. Algunos nacieron en Hollywood, como la famosa idea de que “solo usamos el 10% del cerebro”, impulsada por cintas donde un personaje desbloquea poderes ocultos al activar un porcentaje imaginario de su mente.
Incluso ET y otros íconos ochenteros ayudaron a cimentar este error. Sin embargo, la neurociencia es contundente: usamos todo el cerebro, cada región con funciones específicas y esenciales.
¿De verdad usamos solo el 10% del cerebro?
— COCITEI (@cociteioficial) July 14, 2025
¡Este es un mito que la ciencia ya desmintió!
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Si realmente operáramos con un 10%, cualquier lesión mínima nos dejaría sin capacidades básicas. Lo que sí es cierto es que el cerebro optimiza recursos según la tarea y activa distintas redes cuando pensamos, recordamos o creamos, pero jamás está “apagado”, ni siquiera cuando dormimos.
Este tipo de creencias se instala porque son entretenidas, fáciles de repetir y suenan a secreto cósmico… pero no resisten la evidencia científica. Y en astronomía ocurre exactamente lo mismo: hay mitos que vuelven una y otra vez a redes sociales, conversaciones y hasta aulas. Por eso, antes de mirar al cielo, vale la pena despejar el terreno y dejar en claro qué pertenece a la ciencia y qué al imaginario popular.
1. La Muralla China se ve desde el espacio
Este es, quizás, el mito astronómico más popular de todos los tiempos. La verdad es simple: no se ve. La Muralla China es larga, sí, pero también es estrecha y está hecha de materiales que se mezclan con el paisaje.
Desde la órbita terrestre, astronautas han afirmado repetidamente que la muralla no destaca a simple vista. Se requieren instrumentos o condiciones muy específicas, y aun así, otras construcciones humanas brillan mucho más en la superficie. Así que no, los astronautas no saludan a la muralla cada vez que pasan: el mito es más resistente que la fortificación misma.
2. El “lado oscuro” de la Luna
Otro clásico: se dice que la Luna tiene una cara eternamente oscura, pero es falso. Lo correcto es hablar de la cara oculta, no de “lado oscuro”. La Luna sí recibe luz solar en ambas caras, solo que siempre muestra la misma hacia la Tierra debido a un fenómeno llamado acoplamiento de marea.

Esto hace que su periodo de rotación sea igual al de traslación. La otra cara no es un abismo tenebroso: simplemente es la parte que nunca vemos desde la Tierra, pero que las misiones espaciales han fotografiado con lujo de detalle. El misterio ya no es tal; solo es un truco de sincronización orbital.
3. Los agujeros negros lo succionan todo como aspiradoras cósmicas
No, un agujero negro no es una aspiradora gigante flotando en el espacio esperando tragarse planetas al azar. Los agujeros negros no succionan; ejercen gravedad, igual que cualquier otro objeto con masa. Si reemplazaras el Sol por un agujero negro del mismo tamaño, la Tierra seguiría orbitando sin ser devorada.

Lo que ocurre es que su gravedad está concentrada en una región diminuta, lo que provoca efectos visuales y físicos impresionantes cuando algo se aproxima demasiado. Pero a distancias seguras no representan ninguna amenaza. No son criaturas devoradoras: son fenómenos extremos, elegantes y totalmente regidos por las mismas leyes matemáticas que ordenan el universo.
4. La astrología predice tu destino
Este es un mito persistente que mezcla cultura, tradición y entretenimiento. Pero desde el punto de vista astronómico, la astrología no tiene capacidad predictiva real. No existe evidencia científica que relacione la posición de los planetas con tu personalidad, tu futuro o el amor que tendrás el próximo viernes en la noche.

Además, las constelaciones que forman los signos zodiacales han cambiado con el tiempo debido a la precesión de la Tierra, y la mayoría de las fechas zodiacales actuales ni siquiera coinciden con la posición real del Sol. La astronomía es ciencia; la astrología, un relato cultural que puede ser interesante, pero no supera ningún test científico.
5. En el espacio hay sonido
Otro mito alimentado por el cine, donde las explosiones espaciales suenan espectacularmente fuertes. En realidad, el espacio es un vacío, y el sonido necesita un medio para viajar, como aire o agua. Sin ese medio, no hay forma de que las ondas sonoras se propaguen.
Eso sí: el universo tiene vibraciones, ondas gravitacionales y señales electromagnéticas que podemos convertir a sonido para estudiarlas, pero no son sonidos reales propagándose por el vacío. Que no te engañe Hollywood: en el espacio, nadie puede oírte gritar… porque literalmente no hay nada que transporte ese grito.
Estos cinco ejemplos muestran cómo la astronomía está llena de conjeturas entretenidas, pero también de malentendidos que se repiten sin fundamento. La buena noticia es que, cuando se aclaran, lo que queda es aún más fascinante: una Luna perfectamente iluminada, agujeros negros que obedecen leyes precisas, un espacio silencioso pero vibrante de información, y un planeta donde las obras humanas se pierden frente a la inmensidad.