Se llaman ORC y están entre las últimas maravillas cósmicas descubiertas.
El universo continúa revelando sus maravillas. Esta vez, se trata de los ORC, gigantescos anillos brillantes de enorme tamaño, invisibles a simple vista, pero visibles para radiotelescopios, y cuyo origen sigue siendo un misterio.

Podemos considerarlos las últimas incorporaciones al bazar de objetos astronómicos. Los primeros se descubrieron por casualidad hace tan solo seis años, y hasta la fecha, el número de objetos de este tipo descubiertos es realmente reducido.
Hablamos de los ORC, o Círculos de Radio Impares (ORC). Son fuentes brillantes de ondas de radio, invisibles a simple vista, pero detectables únicamente con radiotelescopios.
Tienen forma circular, con una galaxia en su centro, y emiten ondas de radio solo a lo largo de su circunferencia, con un diámetro entre 10 y 20 veces el tamaño de nuestra galaxia.
El ORC recientemente descubierto
El ORC más reciente se descubrió recientemente gracias a un esfuerzo conjunto entre la plataforma de ciencia ciudadana Rad@home Astronomy Collaboratory y el radiotelescopio LOFAR (Low-Frequency Array).
El ORC recientemente descubierto, llamado Rad J131346.9+500320, es excepcional, ya que no solo es el más brillante, sino que, como se muestra en la foto de portada, también es un radiotelescopio doble, formado por dos anillos brillantes superpuestos.
Al mismo tiempo que el ORC mencionado, se descubrieron otros dos: Rad J122622.6+640622 y Rad J142004.0+621715.
¿Cuáles son las hipótesis sobre la naturaleza de estos ORC?
Sabemos que los descubiertos hasta ahora se encuentran a distancias muy superiores a millones de años luz de la Tierra, por lo que no son objetos jóvenes.
Están compuestos de plasma relativista magnetizado. Es decir, están compuestos por una mezcla de protones y electrones que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz y están permeados por campos magnéticos. Es precisamente el movimiento en espiral de los electrones alrededor de las líneas del campo magnético, lo que determina la emisión de ondas de radio.

Existen varias hipótesis sobre su origen, o mejor dicho, sobre su proceso de eliminación.
Son muy similares a los remanentes de supernova debido a su estructura esféricamente simétrica. Por lo tanto, podrían generarse por ondas de choque del material eyectado durante la explosión de la supernova. Sin embargo, estos ORC se encuentran en regiones del cielo donde nunca se han observado supernovas, por lo que podrían pertenecer a una familia de supernovas aún desconocida.
También son similares a las nebulosas planetarias, pero su espectro (la distribución de la energía emitida a diferentes longitudes de onda) difiere del espectro de las nebulosas planetarias. Se asemejan a los "anillos de Einstein" producidos por lentes gravitacionales, pero se diferencian en que son órdenes de magnitud mayores.
Hipótesis más probables
Una posible hipótesis es que se trata de autoondas generadas por eventos explosivos (como la fusión de agujeros negros), que, sin embargo, debieron haber ocurrido en un tiempo muy lejano para que la onda esférica tuviera tiempo de alcanzar un radio tan grande (como si la onda tuviera que recorrer una trayectoria 20 veces mayor que nuestra galaxia).

O podrían ser chorros de radio emitidos por galaxias, y la combinación de su forma y el ángulo de visión les da una apariencia circular.
Los radiotelescopios de nueva generación, como el SKA (Square Kilometer Array), descubrirán nuevos, y la sinergia con los telescopios ópticos nos permitirá determinar su distancia, lo que ayudará a desentrañar su misteriosa naturaleza.
Referencia de la noticia
"RAD@home discovery of extragalactic radio rings and odd radio circles: clues to their origins" Ananda Hota et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 543, Issue 2, October 2025