"Sería la madre de todas las lluvias de meteoros": impacto del 2024 YR4 con la Luna enviaría millones de fragmentos
En caso de impacto con la Luna, la explosión del asteroide 2024 YR4 arrojaría millones de toneladas de rocas lunares hacia la Tierra, lo que supondría un grave riesgo para los satélites pero produciría una lluvia de meteoros espectacular y sin precedentes.

El 22 de diciembre de 2032 es una fecha para marcar en el calendario, como recordatorio del posible impacto del asteroide 2024 YR4 contra la superficie de la Luna. Hasta la fecha, la probabilidad de que 2024 YR4 impacte la superficie lunar se estima en un 4%.
¿Consecuencias directas para la Tierra? Ninguna. ¿Consecuencias directas para la Luna? Un cráter de aproximadamente 1 km de diámetro (prácticamente nulo en comparación con otros cráteres de impacto mucho más grandes ya presentes en la superficie lunar).
Pero entonces, ¿por qué vale la pena tener presente esta fecha? La respuesta está en los millones de toneladas de escombros que serán lanzados hacia la Tierra tras el impacto, con posibles consecuencias para la seguridad de todo el sistema satelital e, indirectamente, por la lluvia de fragmentos (los más grandes) que, como meteoritos, podrían alcanzar la superficie terrestre sin ser completamente quemados por la atmósfera. Pero vayamos paso a paso.
Lo que dice un estudio muy reciente
Hace algunos días atrás, un equipo de científicos envió a una prestigiosa revista científica un artículo cuyo primer autor es Paul Wiegert, del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Western Ontario (Canadá).
Este estudio, basado en simulaciones, considera las posibles consecuencias del impacto del asteroide 2024 YR4 con la Luna, previsto para el 22 de diciembre de 2032, con una probabilidad estimada actualmente en un 4%.

Hablemos de las posibles consecuencias, ya que mucho depende de cómo se produzca este impacto, a qué velocidad, en qué ángulo, en qué punto de la Luna y en qué posición con respecto a la Tierra.
El impacto, previsto a una velocidad de 13 km/s, debería liberar una energía equivalente a la producida por 6.500 kg de TNT, producir un cráter de 1 km de diámetro y lanzar millones de toneladas de rocas lunares al cielo, a una velocidad suficiente para escapar de la Luna, en forma de escombros de diversos tamaños.
De estos escombros, hasta el 10% podría ser capturado por la gravedad terrestre. Posteriormente, podrían entrar en órbita alrededor de la Tierra o caer sobre ella.
La aceleración de la gravedad en la superficie lunar es seis veces menor que la de la Tierra. Esto significa que para escapar de la atracción gravitatoria de la Luna, basta con una fuerza seis veces menor. Esta circunstancia facilita la salida de escombros de la Luna en caso de impacto.
Consecuencias para la integridad de los satélites artificiales
La cantidad de escombros que impactaría la Tierra equivaldría a la cantidad de escombros que, al vagar por el sistema solar, son capturados regularmente por la Tierra en promedio cada 10 años. En este caso, la captura se produciría pocas horas después del impacto.

La cantidad de escombros mayor a una décima de milímetro sería enorme, lo que representa el umbral por encima del cual el fragmento de roca puede dañar un satélite artificial.
Estos escombros, una vez que entran en órbitas bajas (por ejemplo, las órbitas de los satélites de la constelación Starlink de SpaceX), podrían poner en grave peligro la integridad física de los satélites, incluso durante décadas.
Pero la fracción de escombros que, atraídos por la Tierra, atravesaría su atmósfera es igualmente grande. En este caso, durante unas horas después del impacto, presenciaríamos lo que podríamos llamar la madre de todas las lluvias de meteoros.
Las famosas Lágrimas de San Lorenzo, la lluvia de Perseidas que se puede observar a mediados de agosto y que se debe al polvo dejado por el cometa Swift-Tuttle, palidecerían tanto en número como en intensidad en comparación con el espectáculo que producirían los fragmentos lunares lanzados hacia la Tierra.
La buena noticia es que los fragmentos, que miden entre decenas de centímetros y un metro deberían ser escasos y, por lo tanto, no se espera que caigan a la superficie terrestre.
Referencias de la noticia
- "The Potential Danger to Satellites due to Ejecta from a 2032 Lunar Impact by Asteroid 2024 YR4" Wiegert et al. 2025, submitted to ASS Journals