Un estudio sugiere que es probable que la vida en la Tierra provenga del espacio

Se han descubierto diecisiete moléculas orgánicas complejas alrededor de la estrella V883 Ori, dos de las cuales nunca antes se habían observado. Esto indica que el espacio interplanetario podría ser el lugar donde se originó la vida, antes de que esta migre a las superficies planetarias.

V833 Ori
Impresión artística del disco protoplanetario alrededor de la estrella V883 Orionis. Moléculas orgánicas complejas detectadas en su interior se muestran en el recuadro. Crédito: ESO/L. Calçada/T. Müller (MPIA/HdA)

¿Se formó la vida en la Tierra o llegó del espacio? Esta pregunta sigue sin respuesta, sobre todo porque ambos escenarios son posibles.

La vida orgánica, tal como la conocemos, pudo haberse originado en el agua y luego evolucionado hacia la tierra. Pero incluso los cometas que, en las primeras etapas de la vida del Sistema Solar, cayeron abundantemente en la Tierra podrían haber sido portadores de formas de vida primitivas que luego encontraron condiciones favorables para evolucionar.

No hay una respuesta definitiva, pero se están logrando avances.

Dónde se forman las moléculas orgánicas complejas

Uno de los campos más interesantes de la astronomía observacional es la búsqueda de moléculas orgánicas complejas en una amplia variedad de entornos astronómicos.

Una molécula orgánica compleja se define como una molécula compuesta por al menos cinco átomos, uno de los cuales es el carbono. Estas moléculas se buscan en las atmósferas de estrellas, planetas, discos protoestelares, nubes moleculares, el medio interestelar, etc.

Estas moléculas se buscan en las atmósferas de las estrellas, en las atmósferas de los planetas, en los discos protoestelares, en las nubes moleculares, en el medio interestelar, y de hecho, se están descubriendo. Pero lo más interesante es que su abundancia varía según el tipo de entorno.

Cometa
Las moléculas orgánicas complejas de las que posteriormente surgió la vida podrían haberse formado en el ambiente interplanetario y luego haber caído a la Tierra en cometas.

Los astrónomos han descubierto que la abundancia y complejidad de las moléculas orgánicas es mínima dentro de las nubes de polvo y gas que darán origen a las estrellas, y que estas se vuelven gradualmente más complejas y abundantes a medida que se pasa de las regiones de formación estelar a las de formación planetaria.

Es en los discos protoestelares, los discos que rodean a las estrellas jóvenes y dentro de los cuales se forman los planetas, donde la abundancia y complejidad de las moléculas orgánicas aumenta.

La confirmación de esta tendencia es muy reciente. En el disco protoplanetario de la joven estrella V883 Ori, se han descubierto 17 moléculas orgánicas complejas diferentes, incluyendo etilenglicol y glicolinitrilo, nunca antes detectados.

El estudio fue dirigido por Abubakar Fadu, del Instituto Max Planck de Astronomía en Alemania, y se publica en The Astrophysical Journal Letters.

Moléculas más avanzadas, cruciales para la biología (como los aminoácidos, los azúcares y las bases nitrogenadas que componen el ADN y el ARN), se encuentran en asteroides, meteoritos y cometas del Sistema Solar.

Esto parece respaldar la idea de que los componentes básicos de la vida en la Tierra se formaron en regiones interplanetarias pobladas por asteroides y cometas, y que solo llegaron a la Tierra tras sus impactos, encontrando las condiciones ideales para su posterior evolución.

Cómo se descubren las moléculas orgánicas complejas

Cada elemento, así como cada tipo de molécula, al ser iluminado, por ejemplo, por la luz de una estrella, deja una huella única en el espectro de la estrella. Al buscar moléculas orgánicas complejas, se analiza espectroscópicamente la luz de la estrella y se buscan estas huellas.

ALMA
Algunas de las 66 antenas de ALMA utilizadas para descubrir moléculas orgánicas complejas en el disco protoplanetario de la estrella V833 Ori. Crédito: ESO/José Francisco Salgado

Las huellas digitales están todas o casi todas clasificadas, por lo que se trata de comparar las registradas en el espectro estelar con las ya clasificadas para identificar el tipo de molécula que dejó la huella.

Estas observaciones espectroscópicas, en el caso de la estrella V883 ori, se realizaron con el potente radiotelescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array). Ubicado en el llano de Chajnantor, Chile, está compuesto por 66 antenas distribuidas a distancias de hasta 16 kilómetros que, al operar de forma coordinada, permiten observar con alta resolución.

Referencia de la noticia

"A Deep Search for Ethylene Glycol and Glycolonitrile in the V883 Ori Protoplanetary Disk" Abubakar M. A. Fadul et al 2025 ApJL 988 L44 DOI 10.3847/2041-8213/adec6e