¿Y si el universo no se expande para siempre? Los científicos explican que un apocalipsis cósmico podría ser real

Un nuevo estudio combina mediciones recientes con el modelo de energía oscura de axiones para proponer que el universo terminará en un Big Crunch en 20 mil millones de años.

Imagen de una porción del cielo del Estudio de Energía Oscura. Crédito: DESI

Desde hace más de un siglo, la cosmología moderna ha determinado que el universo tuvo un inicio: el Big Bang. Gracias a observaciones de fondo cósmico de microondas y explosiones de supernovas, sabemos que nuestra expansión actual lleva 13.8 mil millones de años.

Sin embargo, un misterio permanece abierto: ¿será eterna esa expansión o habrá un final catastrófico? Algo así como un Big Crunch. Un reciente estudio plantea que la clave podría estar en una diminuta partícula: el axión.

En un reciente artículo liderado por Hoang Nhan Luu, con datos del Dark Energy Survey (DES) y el Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI) se sugiere que la energía oscura no es una constante inmutable, sino algo dinámico. De llegar a confirmarse, el destino cósmico podría invertirse: la expansión se detendría y daría paso a un gran colapso.

Los investigadores proponen que esta energía oscura se explica mediante el modelo axion Dark Energy (aDE), que incorpora un axión ultraligero junto a una constante cosmológica negativa y que en conjunto, podrían generar la desaceleración del Universo, provocando un colapso inevitable.

Telescopio Mayall de 4 metros en el Observatorio Nacional de Kitt Peak. Crédito: DESI

De acuerdo con los valores óptimos del modelo, calculados usando las últimas mediciones cosmológicas, el Universo tendría una esperanza de vida de aproximadamente 33 mil millones de años. Es decir, nos quedan poco menos de 20 mil millones de años para pagar nuestras deudas.

Un axión ultraligero y una constante negativa

El corazón de este estudio es el modelo aDE, que combina una constante cosmológica Λ (lambda), y un campo de axiones que, según el modelo que se utilice, hará que el desplazamiento en el espacio-tiempo de la partícula varíe.

El axión es una partícula hipotética, extremadamente ligera, que se ha propuesto para resolver enigmas tanto de la materia oscura como de la energía oscura.

En las primeras etapas del Universo, la energía del axión se mantenía congelada, actuando como una forma de energía oscura estable. Sin embargo, al disminuir la expansión, el axión comenzó a evolucionar, cediendo parte de esa energía y modificando la tasa de expansión cósmica.

Lo crucial es que el modelo permite una constante cosmológica negativa, algo poco usual pero teóricamente viable. Si esto resulta cierto, la gravedad terminaría superando la expansión y el universo dejaría de crecer indefinidamente y en lugar de un frío final de expansión eterna, se produciría una inversión o Big Crunch, un proceso inverso al Big Bang.

El estudio calculó que el mejor ajuste para los parámetros actuales indica una densidad de materia de aproximadamente el 28% y una energía oscura compuesta por axiones y la constante negativa, sumando cerca del 72%, un balance que refleja que el Universo está finamente equilibrado entre expansión y colapso.

Cálculos hacia el fin: el reloj cósmico

Con estos parámetros, los autores realizaron simulaciones para estimar la evolución futura usando tanto soluciones aproximadas como modelos numéricos, que combinan la dinámica del axión con las ecuaciones de Friedmann. En estos escenarios, la expansión continuaría solo unos 7 mil millones de años más, hasta alcanzar un máximo de tamaño.

Después de ese punto, la velocidad de expansión se reduciría a cero y comenzaría la fase de contracción, es esta etapa final, el colapso, duraría alrededor del 25% del tiempo restante. Según sus cálculos, en total, el universo viviría unos 33.3 mil millones de años, colocándonos justo a la mitad de la historia cósmica.

Estimaciones actuales de energía oscura, materia oscura y materia ordinaria. Crédito: DESI

Si nuevas mediciones respaldan un valor negativo, se podría afianzar esta predicción, no obstante, la comunidad científica es cautelosa, aún hay grandes márgenes de incertidumbre en las observaciones actuales. Sin datos más precisos, un Universo en expansión eterna sigue siendo la opción más viable.

En este contexto, los nuevos observatorios como Euclid o el Nancy Grace Roman Space Telescope podrían comprobar si la energía oscura realmente está disminuyendo, tal como plantea la investigación. De ser así, la hipótesis del Big Crunch ganaría terreno como destino final del cosmos.

Implicaciones y perspectivas futuras

De demostrarse correcta, esta predicción transformaría radicalmente la visión cosmológica de un universo frío y vacío, el destino sería un final caliente y extremadamente denso donde las galaxias, estrellas y posiblemente incluso agujeros negros terminarían fusionándose en una única singularidad.

Además, la idea de una constante cosmológica negativa encaja con algunos escenarios de la teoría de cuerdas, donde tales vacíos serían comunes. También se relaciona con el concepto del Axiverse, la idea de que múltiples axiones ultraligeros podrían coexistir, resolviendo diferentes problemas astrofísicos y cosmológicos.

Si la energía oscura está disminuyendo y no es una constante, entonces los modelos actuales de expansión acelerada tendrían que revisarse profundamente lo que abriría la puerta a nuevas teorías que expliquen cómo y por qué el Universo se detendría para dar paso a su gran colapso.

El debate está abierto, en los próximos años, nuevos proyectos como telescopios de próxima generación y estudios más precisos podrían confirmar o refutar la validez del modelo aDE. Si se confirma, conoceríamos por primera vez no sólo nuestro origen, sino también la fecha aproximada del fin del Universo.

Referencia de la noticia:

The Lifespan of our Universe. Hoang Nhan Luu, Yu-Cheng Qiu, S. -H. Henry Tye. June 30, 2025 https://doi.org/10.48550/arXiv.2506.24011