El Experimento de Ondas Atmosféricas (AWE) de la NASA captó impresionantes imágenes de las ondas gravitatorias generadas por el huracán Helene el 26 de septiembre de 2024. Estas ondas se extienden a gran altura en la atmósfera terrestre y ofrecen información valiosa sobre el impacto de las tormentas en la meteorología espacial.