Algo extraño ha estado flotando en nuestros océanos durante años, y los científicos finalmente han descubierto qué es
Una nueva investigación ha descubierto una pieza faltante en el rompecabezas de los residuos plásticos, y no es lo que nadie esperaba.

Desde botellas y envases hasta fibras sintéticas para ropa, cada año se vierten millones de toneladas de plástico al mar. Pero cuando los investigadores salen a buscarlos, sus estudios sugieren que sólo aparece una pequeña porción.
Ahora, científicos de los Países Bajos creen haber encontrado la razón, y no es la mejor noticia, pues afirman que los plásticos en cuestión en realidad no han desaparecido: simplemente son demasiado pequeños para verlos.
Plásticos diminutos, grandes problemas
Utilizando espectrometría de masas de alta resolución y muestras tomadas durante un viaje desde las Azores hasta Europa continental, un equipo del Instituto Real de Investigación Marina de los Países Bajos y la Universidad de Utrecht identificó aproximadamente 27 millones de toneladas de plástico flotando en el Atlántico Norte, pero no en la forma que la gente esperaba.
“Hubo algunas publicaciones que mostraron que había nanoplásticos en el agua del océano, pero hasta ahora no se pudo hacer una estimación de la cantidad”, dijo el autor principal del estudio, Helge Niemann.

“Esta estimación muestra que hay más plástico en forma de nanopartículas flotando en esta parte del océano que en micro o macroplásticos más grandes que flotan en el Atlántico o incluso en todos los océanos del mundo”.
El hallazgo fue respaldado por la estudiante de maestría de Utrecht Sophie ten Hietbrink, quien filtró muestras de 12 sitios en un viaje en barco de investigación y encontró nanoplásticos en todos ellos.
No hay dónde esconderse
Los investigadores afirman que los nanoplásticos probablemente llegan al océano de diversas maneras: desde plásticos más grandes que se descomponen con la luz solar, pasando por la escorrentía fluvial, hasta la caída del aire con la lluvia. Pero sea cual sea su forma de llegar, ya están arraigados en el ecosistema marino.
«Ya se sabe que los nanoplásticos pueden penetrar profundamente en nuestro cuerpo. Incluso se encuentran en el tejido cerebral», afirmó Niemann.
Ahora que sabemos que son tan omnipresentes en los océanos, también es obvio que penetran en todo el ecosistema: desde bacterias y otros microorganismos hasta peces y depredadores superiores como los humanos.
Lo más inquietante, según los científicos, es que son prácticamente imposibles de eliminar.
«Los nanoplásticos presentes son irrecuperables», añadió Niemann. «Por lo tanto, un mensaje importante de esta investigación es que, al menos, deberíamos evitar que siga contaminando nuestro medio ambiente con plásticos».
Referencia de la noticia
Concentraciones de nanoplásticos en el Atlántico Norte, publicado en Nature, julio de 2025.