¿Cómo podemos vivir sin sacrificar nuestro planeta? La ciencia nos da la respuesta
¿Podemos realmente seguir viviendo, alimentándonos, creciendo… sin destruir nuestro planeta? La respuesta es SÍ, según un estudio realizado por un equipo internacional de científicos… pero no sin transformaciones radicales. Este artículo te lo cuenta todo.

Hoy en día se han superado 6 de los 9 límites planetarios. En otras palabras, nos estamos alejando peligrosamente de la “zona de seguridad” en la que la humanidad ha podido prosperar durante 11,700 años, la era geológica del Holoceno.
Estos límites se refieren a procesos esenciales para el buen funcionamiento de la Tierra: el clima, la biodiversidad, los ciclos del nitrógeno y del fósforo, la acidificación de los océanos, el uso de agua dulce y los cambios en el uso de la tierra.
La buena noticia: un estudio colosal, publicado en Nature por Detlef Van Vuuren y un equipo internacional de científicos, traza una hoja de ruta clara: el desarrollo humano sostenible todavía es posible, pero exigente.
Actuar como si nada estuviera sucediendo es ir directo contra la pared
Los investigadores combinaron dos herramientas poderosas: los límites planetarios, el marco científico que define los umbrales que no deben superarse para mantener la estabilidad de la Tierra, y los modelos climáticos integrados.
Su principal objetivo es crear una “brújula de navegación” para los tomadores de decisiones, capaz de evaluar el impacto global de diferentes trayectorias políticas y sociales.
El resultado revela que, sin un cambio de rumbo profundo, el deterioro continuará al menos hasta 2050. De hecho, el escenario de continuidad (SSP2) que seguimos actualmente nos lleva a un empeoramiento general de la situación.

Todas las luces de advertencia están rojas: alteración de los ciclos biogeoquímicos (nitrógeno y fósforo), deforestación, pérdida de biodiversidad y, por supuesto, emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que seguirán aumentando.
Lo que debemos (y podemos) hacer
Lo sorprendente de este estudio es que los investigadores concluyeron que efectivamente existe un camino que permitiría que el desarrollo humano continuara sin comprometer los fundamentos de la vida en la Tierra.
Este camino está marcado por palancas precisas y técnicamente factibles. El llamado escenario de “sostenibilidad” combina varias medidas complementarias:
- Una dieta más saludable y sostenible, con una adopción generalizada de la dieta EAT–Lancet (menos carne, más plantas)
- Reducir en un 50% el desperdicio de alimentos para 2050
- Mayor eficiencia en el uso del agua y los nutrientes agrícolas
- Un despliegue masivo de políticas climáticas alineadas con el objetivo de 1.5 °C
Si se sigue escrupulosamente esta hoja de ruta, la presión ambiental podría volver a los niveles de 2015, o incluso mejorar en ciertos indicadores como la contaminación del aire y el uso de la tierra.
Sin embargo, debido a la inercia de los sistemas naturales, habrá que esperar hasta el año 2100 para ver un retorno claro a límites seguros. De hecho, el clima, la acidificación de los océanos, la biodiversidad, etc. están sujetos a lo que llamamos inercia sistémica.
Esto significa que, incluso si detenemos el daño hoy, los efectos de décadas pasadas seguirán sintiéndose durante mucho tiempo. Por eso el estudio insiste: cuanto más esperemos, más difícil, si no imposible, será volver atrás.
Referencia de la noticia:
Van Vuuren, D.P., Doelman, J.C., Schmidt Tagomori, I. et al. Exploring pathways for world development within planetary boundaries. Nature (2025). https://doi.org/10.1038/s41586-025-08928-w