¿Usar posos de café como fertilizante? Tenga cuidado con estas reglas y con las plantas: no siempre es buena idea

I fondi di caffè possono diventare un valido alleato per le tue piante, ma solo se usati nel modo giusto. Scopri quali benefici offrono, come applicarli correttamente e per quali specie è meglio evitarli.

Posos de café: descubre en qué cantidades y para qué plantas son un fertilizante eficaz

Cada día generamos desperdicios en la cocina que suelen terminar en la basura, pero muchos de ellos pueden transformarse en recursos valiosos para nutrir plantas en el balcón, jardín o huerto, ayudando así al reciclaje y la sostenibilidad.

A nivel mundial, cada persona produce en promedio más de 100 kg de residuos orgánicos al año, una parte de los cuales se pueden reutilizar fácilmente como fertilizante natural.

Aprovechar parte de los desechos orgánicos como fertilizante es una opción sostenible que reduce residuos, disminuye emisiones y evita el uso de fertilizantes industriales, ayudando al medio ambiente y al ahorro en el cuidado de plantas y jardines.

Los posos de café son residuos comunes reutilizados en jardinería, pero su uso debe ser adecuado. Aunque cada persona puede generar hasta 3 kg al año, aplicarlos sin control puede dañar las plantas y el entorno en lugar de beneficiarlos.

Los desechos alimentarios como fertilizantes: no solo compost

El método más completo para convertir los residuos orgánicos en fertilizante es el compostaje, un proceso natural que, gracias a la presencia de oxígeno y microorganismos, descompone los residuos en un fertilizante rico y equilibrado.

Este proceso natural, impulsado por el oxígeno y los microorganismos, transforma los residuos en un compost rico y equilibrado, ideal para mejorar el suelo. Para producirlo en casa, solo necesitas una compostera ubicada en un lugar sombreado y sin agua estancada.

Sin embargo, algunos restos también se pueden reutilizar individualmente, como cáscaras de huevo, cáscaras de frutas y verduras, bolsitas de té biodegradables y posos de café.

Ten cuidado de no reutilizar restos de carne, pescado, lácteos, aceites, alimentos cocinados o demasiado condimentados, así como excrementos de mascotas y plantas enfermas, ni en el compostador ni de forma aislada.

Posos de café: ventajas y desventajas

Los posos de café aportan nutrientes como nitrógeno y potasio. Aunque no son un fertilizante completo, mejoran suelos arenosos, estimulan microorganismos, atraen lombrices y ayudan a repeler plagas como caracoles y gatos si se usan con moderación.

Aunque útiles, los posos de café pueden ser problemáticos si se usan en exceso. Pueden alterar el suelo y no todas las plantas los toleran bien, por lo que es clave aplicarlos con moderación y conocer sus efectos antes de usarlos.

Efectos negativos sobre el suelo

Los efectos negativos sobre el suelo pueden ser diferentes:

1) Tienen un efecto acidificante: debido a la elevada acidez residual, crean un sustrato de crecimiento esencialmente ácido;

2) Aportan aceites y compuestos fenólicos: estas sustancias, si se acumulan, pueden alterar la microflora del suelo;

3) Compactan el suelo: tienden a formar una capa impermeable que impide el paso del agua y del oxígeno;

4) Aportan cafeína residual: esta sustancia puede tener efectos alelopáticos en algunas plantas, inhibiendo su crecimiento.

Cantidades recomendadas

Para limitar los efectos fitotóxicos y otros problemas relacionados con el uso de posos de café, es importante no exceder la cantidad a administrar a la planta.

En una maceta de 15 a 20 cm de diámetro, se recomienda un máximo de 1 cucharadita (5 g) cada 2-3 semanas, utilizando posos de café secos. Mezcle bien los posos con la tierra para evitar la formación de costras superficiales.

Los posos de café.
Los posos de café pueden ser útiles en el jardín, pero usados en exceso, podrían dañar el suelo y las plantas. ¡Úsalos con moderación!

En el jardín o parterres, añada entre 100 y 150 g de posos de café por metro cuadrado cada 4 a 6 semanas, mezclándolos bien con la tierra o esparciéndolos junto con el compost. Aplique también alrededor de las plantas, pero sin amontonarlas en capas gruesas.

Alternativamente, puedes preparar una infusión de café muy diluida (una cucharada de café molido en 1 litro de agua, dejar reposar y filtrar) para usar como fertilizante líquido ligero, tanto para plantas en maceta como en el suelo.

Ten cuidado con estas plantas

Añadir posos de café al suelo es mal tolerado y resulta perjudicial para las siguientes plantas:

  • Plantas mediterráneas y aromáticas: El romero, la salvia, la lavanda y el orégano se adaptan a suelos calcáreos, secos y pobres. El exceso de nitrógeno o humedad puede favorecer la aparición de enfermedades fúngicas o ralentizar el crecimiento.
  • Suculentas y suculentas (incluido el aloe): requieren suelo arenoso y bien drenado. Los suelos retienen la humedad y tienden a compactarse, lo que aumenta el riesgo de pudrición de las raíces.
  • Tomates y solanáceas: a pesar de su aparente rusticidad, son sensibles al exceso de acidez, especialmente en las primeras fases de crecimiento.
  • Geranios: Prefieren suelos neutros o ligeramente alcalinos y la administración de suelos puede dificultar su floración.

Plantas que se benefician de los posos de café

La fertilización con posos de café, en las cantidades indicadas anteriormente, es adecuada para las siguientes plantas:

  • Hortensias: La acidez del suelo influye en el color de las flores (cuanto más ácido es el suelo, más azul se vuelve la flor) y los posos de café ayudan a mantener el pH más bajo.
  • Azaleas, camelias, gardenias, rododendros: todas ellas acidófilas, prefieren un suelo fresco y ligeramente ácido.
Algunas plantas aman los posos de café: hortensias, azaleas, arándanos y helechos florecen mejor en suelos ácidos y ricos en materia orgánica. ¡Úsalos con criterio y verás la diferencia!
  • Arándanos y otras bayas: requieren un sustrato ácido para desarrollar raíces y frutos adecuadamente.
  • Helechos y plantas de sombra tropical: se benefician de la materia orgánica y la humedad retenida por el suelo.
  • Rosas: Aprecian el nitrógeno y, en dosis moderadas, los suelos pueden estimular el crecimiento vegetativo y la floración.