Los desiertos más impactantes del planeta: silencio, dunas y cielos estrellados

Los desiertos del mundo son mucho más que arena y calor: son paisajes extremos donde el silencio, el asombro y la posibilidad de observar cielos estrellados inigualables ganan enteros.

Los desiertos son un reclamo turístico aunque muchos no lo piensen.

Cuando imaginamos un desierto, solemos pensar en un mar interminable de arena bajo un sol abrasador pero, en realidad, son mucho más variados y sorprendentes de lo que se cree.

Lejos de ser espacios vacíos, estos lugares guardan un secreto que atrapa a todo el que se aventura en ellos y, a continuación, vamos a explicar algunos de los desiertos más impactantes del planeta, donde el silencio reina, las dunas bailan con el viento y el cielo nocturno ofrece un espectáculo de estrellas sin igual.

Desierto del Sahara, África: el gigante de arena

El más famoso del mundo y el tercero más grande del planeta, tras la Antártida y el Ártico, el Sahara se extiende por más de 9 millones de km² y abarca varios países del norte de África.

Sus paisajes son tan variados como imponentes: dunas doradas, montañas rocosas, oasis verdes y cielos despejados que se convierten en un planetario natural por la noche.

Su inmensidad y belleza lo convierten en un destino obligado para los viajeros que buscan una experiencia única en medio de la nada.

Desierto de Atacama, Chile: el más seco del mundo

El desierto de Atacama es considerado el lugar más árido de la Tierra, con zonas donde no llueve desde hace siglos. Sin embargo, es un territorio vibrante para los sentidos con su suelo rojizo, sus formaciones de sal y sus valles lunares, que lo convierten casi en un paisaje extraterrestre.

Los paisajes extraterrestres del desierto de Atacama.

En noches despejadas, el cielo parece un tapiz infinito de estrellas y constelaciones, por eso alberga algunos de los observatorios más importantes del mundo.

Wadi Rum, Jordania

También conocido como el Valle de la Luna, este desierto es famoso por sus formaciones rocosas de color rojizo y su valor histórico, fue escenario de las hazañas de Lawrence de Arabia y, más recientemente, de películas como The Martian o Dune.

Y dormir en un campamento beduino contemplando la Vía Láctea desde este rincón del planeta es una experiencia inolvidable.

Desierto del Namib, Namibia: dunas que llegan al océano

El Namib es uno de los desiertos más antiguos del planeta, con más de 55 millones de años, sus dunas anaranjadas, algunas de las más altas del mundo, contrastan de forma espectacular con el azul del Océano Atlántico.

Los contrastes entre la arena y el mar en el desierto del Namib.


Su fauna adaptada al desierto, como los oryx o los escarabajos que captan el agua de la niebla, muestra cómo la vida se abre camino incluso en las condiciones más extremas.

Desierto de Gobi, Mongolia y China

No todos los desiertos son cálidos pero el Gobi es una excepción, es un desierto frío, donde las temperaturas pueden descender drásticamente en la noche.

Formaciones espectaculares en el desierto de Gobi.

Este desierto está compuesto por estepas, rocas y algunas dunas, y es hogar de fósiles de dinosaurios, camellos salvajes y una rica historia nómada dando un paisaje austero.