Helada negra y blanca, cómo se forman y qué daños le provocan a plantas y cultivos

La temperatura del ambiente influye drásticamente en las plantas, para que puedan desarrollarse determinados procesos metabólicos de manera adecuada, tales como: división celular, fotosíntesis, respiración, acumulación de azúcares, germinación, absorción de nutrientes, etc.

Además, la temperatura puede ser un impedimento para el adecuado crecimiento y desarrollo de las plantas, particularmente, cuando son expuestas a temperaturas bajas. Esos casos los daños que pueden provocar son grandes, incluso hasta letales cuando se alcanza temperatura de congelamiento.

Desde el punto de vista meteorológico se considera helada a todo descenso térmico igual o inferior a 0 ºC medido en abrigo meteorológico. Por otro lado, la helada agrometeorológica se define cuando la temperatura mínima (medida en abrigo meteorológico, a 1.5 metros de altura) es igual o menor a 3 °C, a la intemperie porque esto podría corresponder a 0 °C o menos en la superficie. La helada agrometeorológica se trata del descenso de la temperatura del aire a valores que dañan a las plantas y los cultivos.

Por otro lado, algunos cultivos frutales, hortícolas y ornamentales de origen tropical experimentan daños fisiológicos cuando están sometidos a temperaturas por debajo de 12.5 °C, bastante por encima de las temperaturas de congelamiento.

Helada negra y helada blanca: los colores del "yin y yang" para el productor agropecuario

Las heladas blancas se identifican de manera visual muy rápidamente por la formación de hielo, este se produce por el intenso enfriamiento nocturno y la posterior condensación del aire, con suficiente contenido de humedad (por encima del 60 %), generando un estado de congelamiento sobre los cultivos.

Aparece hielo en forma de pequeños cristales que se adhieren sobre cualquier superficie sólida (hierbas, plantas, frutos, etc.) otorgándoles un aspecto blanquecino, de ahí el nombre de heladas blancas.

La helada blanca no suele ser la que más preocupa al campo, porque cumple una función, protege la parte interna de las plantas, ya que el hielo actúa como anticongelante.

Por otro lado, las heladas negras son realmente de temer para los agricultores, porque pueden significar la muerte de la planta. Ocurren también cuando la temperatura baja drásticamente por debajo de los 0 ºC, pero no se forma escarcha porque no hay suficiente humedad en el aire. Cuando el aire es seco la temperatura no iguala a la temperatura de rocío y no se produce la condensación ni formación de escarcha.

Entonces, el frío seco “ataca” directamente a la planta, a la estructura interna de la misma, haciendo que se congelen las células vegetales, ese hielo desgarra las membranas internas y se secan debido al propio proceso de congelación.

Cuando esto ocurre la planta luce de color negro, la frase “la quemó la helada” se refiere a este proceso, cuando los tejidos vegetales de las hojas o tallos jóvenes pueden producir la muerte de la planta entera si los daños afectan a partes vitales.

Tipos de daños en los cultivos causados por las heladas

Las heladas agrometeorológicas pueden causar daños muy importantes en los cultivos. Como dijimos en el caso de la helada negra, por la falta de humedad en el ambiente los que se congela es el agua en el interior de las plantas causando daños irreversibles al desgarrar las células vegetales.

Los efectos de las bajas temperaturas en las plantas incluyen cambios en la bioquímica y biofísica de las membranas, en la síntesis proteica, modificaciones conformacionales en enzimas, en la ultraestructura de mitocondrias y cloroplastos y en los metabolismos fotosintético y respiratorio, además de disminución del crecimiento y alteraciones en el desarrollo.

Uno de los efectos de las bajas temperaturas es la disminución de la fluidez de las membranas. La membrana celular es una bicapa lipídica que delimita todas las células, regula la entrada y salida de muchas sustancias entre el citoplasma y el medio extracelular, estas funciones y su composición se afectan ante temperaturas bajas; comienza a endurecerse por efecto del frío provocando que sea menos permeable, impidiendo la entrada de agua y nutrientes y genera una baja en la tasa metabólica, fotosintética y respiratoria.

En términos más prácticos, el estrés por frío provoca una reducción en la velocidad de absorción de agua y nutrientes por los cultivos, esto a su vez disminuye la velocidad de translocación interna de las soluciones absorbidas. Se reduce la asimilación de las sustancias nitrogenadas y se hace especialmente lenta la síntesis de proteínas. Se afecta significativamente la asimilación del potasio, y en menor medida la de fósforo.

Las plantas bajo situaciones de estrés enfocan esfuerzos y energía en funciones vitales y dejan en segundo término o en gasto mínimo de energía el envío de fotosintatos a órganos de demanda o almacenamiento.