Las cicatrices invisibles de la guerra: Cómo los conflictos armados destrozan nuestra salud mental

Las víctimas directas e indirectas de la guerra desarrollan el trastorno por estrés postraumático que si no se atiende a tiempo las secuelas pueden ser devastadoras.

Las mujeres y los niños, de las principales víctimas en las guerras.
Las mujeres y los niños, de las principales víctimas en las guerras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que una de cada cinco personas se ve afectada por trastornos de salud mental en situaciones de posconflicto. Si no reciben tratamiento y apoyo adecuado, las personas que viven un conflicto armado en primera persona se enfrentan a efectos duraderos que podrían perjudicarles a ellos mismos, a sus familias y a sus comunidades.

En un estudio realizado por investigadores psiquiatras cubanos, encontraron que en las guerras más del 80 por ciento de las víctimas directas son civiles, pero cuando de salud mental se habla el porcentaje crece todavía más, el trabajo exploró a la guerra como un verdadero desastre.

Actualmente hay varias guerras activas como la de Ucrania y Rusia, el genocidio de Israel contra Palestina y ahora Israel contra Irán. Desde hace varios años se ha estudiado las consecuencias psico-sociales de la guerra en la población civil, la cual es el blanco principal de las víctimas en la guerra contemporánea.

Otra grave realidad es la utilización de los niños como soldados en estos conflictos lo cual acarrea desórdenes mentales marcados y se aborda el problema de la violencia sexual como arma de guerra. El deterioro o la destrucción de la infraestructura económica, social y política de las naciones en conflicto impide la atención de las necesidades básicas de la población.

Las víctimas de la guerra han perdido a sus seres queridos pero también, sus casas, empleo y mucho más.
Las víctimas de la guerra han perdido a sus seres queridos, sus casas, empleo y mucho más.

Otro grave problema que presentan las víctimas directas y hasta indirectas es el trastorno por estrés postraumático que es el problema más frecuente en las víctimas de la guerra, pero existen otros trastornos mentales que hay que tener en cuenta. La guerra es un término que está íntimamente relacionado con la historia de la humanidad y con los desastres, catástrofes o emergencias.

Los autores de la investigación consideran que la guerra es un concepto más amplio que no solo abarca el conflicto bélico entre sus contendientes, en su sentido tradicional y convencional, sino va más allá, es un amplio espectro de agresiones de toda índole que abarca todos los aspectos de la vida de un grupo, etnia, comunidad, clase social, pueblo, nación o país.

La guerra provoca una afectación ostensible de la salud mental del hombre y trae como consecuencia un aumento significativo de los trastornos mentales.

Y para muestra un botón, por ejemplo, la guerra en Ucrania se calcula que desde el inicio del conflicto, más de 5 millones de personas han huido a otros países, y se calcula que otros 6 millones son desplazados internos. Esto los expone a incertidumbre constante, a un estado de alerta sin descanso, a situaciones extremadamente angustiosas.

Mujeres y niños, principales víctimas

Las heridas de la guerra son profundas, a veces demasiado profundas para manejarlas solo, sentencia Nataliia Korniienko, delegada de Salud Mental y Apoyo Psicosocial de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Y si ya de por sí la guerra es una tragedia, las mujeres todavía lo viven peor. Según ONU Mujeres, millones de mujeres en zonas de conflicto como Irán, Afganistán, Gaza y Ucrania, enfrentan secuelas graves como estrés postraumático, traumas, ansiedad y depresión sin poder acceder a atención o apoyo.

Según el organismo internacional el 40 por ciento de las muertes en estos conflictos son de mujeres. Además, se estima que más de 600 millones de mujeres y niñas viven en territorios afectados por conflictos. Esta situación las expone de forma constante a diversas formas de violencia desde la física como la sexual, lo que afecta directamente a su salud mental.

Referencia de la noticia:

PENA GALBAN, Liuba Yamila; ESPINDOLA ARTOLA, Arnaldo; CARDOSO HERNANDEZ, Jorge y GONZALEZ HIDALGO, Tomás. "La guerra como desastre. Sus consecuencias psicológicas". Rev Hum Med [online]. 2007, vol.7, n.3 [citado 2025-06-17], pp. 0-0, ISSN 1727-8120.