El cambio climático ya era detectable en 1885, revela un estudio sin precedentes
Con la tecnología moderna, los científicos del siglo XIX ya podrían haber identificado signos claros del impacto humano en el clima. Estudio refuerza que la interferencia en el calentamiento global es más antigua de lo que se creía.

El cambio climático se refiere a cambios a largo plazo en los patrones climáticos de la Tierra, a menudo causados por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles. Estos combustibles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera, intensificando el efecto invernadero.
Este fenómeno atrapa el calor en la Tierra, elevando la temperatura media global y provocando fenómenos extremos como sequías, inundaciones, huracanes más intensos y derretimiento de glaciares.
Un nuevo estudio, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), muestra que los primeros signos de estos cambios climáticos podrían haberse detectado ya en 1885, si los científicos de entonces hubieran tenido acceso a la tecnología actual.
La investigación fue dirigida por científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Washington.
Según los autores, las simulaciones climáticas muestran que incluso en aquel entonces los efectos del aumento de CO₂ en la atmósfera (resultado de la quema de carbón y madera durante la Revolución Industrial) habrían sido detectables con equipos de precisión modernos. El estudio utilizó una técnica llamada fingerprinting, capaz de distinguir el impacto humano de las variaciones climáticas naturales.
Primeros signos de interferencia humana
Según las investigaciones, hacia 1885 ya sería posible percibir un enfriamiento de la estratosfera, resultado directo de la acumulación de gases de efecto invernadero y de la reducción de la capa de ozono. A diferencia de la tropósfera, donde los gases calientan el planeta, la estratosfera tiende a enfriarse a medida que aumenta el CO₂, un fenómeno que sirve como “firma” de la acción humana en el sistema climático.
Los científicos señalan que, si bien la comprensión moderna del calentamiento global recién ganó fuerza en los años 1960 y 1970, sus efectos se han estado sintiendo desde fines del siglo XIX.
Alerta para el futuro
El estudio sirve para recordar que la influencia humana en el clima no es reciente y que los cambios se han ido acumulando durante más de un siglo. Los investigadores advierten que si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, los próximos 26 años podrían traer un cambio climático aún más severo que el ya observado.
El informe refuerza la urgencia de las transiciones energéticas hacia fuentes renovables y políticas públicas efectivas. Después de todo, cuanto antes se adopten medidas concretas, mayores serán las posibilidades de mitigar los peores efectos del cambio climático para las generaciones futuras.
Referencia de la noticia:
Veja. Mudança climática já dava sinais em 1885, revela estudo. 2025