Este "material milagroso" creado por Oxford PV podría duplicar la producción de energía solar

Los científicos de la empresa Oxford PV, derivada de la Universidad de Oxford, prometen duplicar la producción de energía solar al combinar perovskitas con silicio en células tándem; un salto realista que acerca una nueva era fotovoltaica.

paneles solares Oxford PV energia silicio
Los científicos de Oxford PV (empresa derivada de la Universidad de Oxford), prometen duplicar la producción de energía solar con un "material milagroso". Créditos: imagen ilustrativa, MYL Studio.

En las últimas dos décadas, un nuevo actor cambió el libreto de la energía solar, se trata de las perovskitas halogenadas. Lo que empezó como una curiosidad de laboratorio hoy compite por subirse a los techos, de la mano de grupos pioneros en Oxford y su ecosistema tecnológico.

La clave no es reemplazar al silicio, sino sumarle una segunda “pila” sintonizada para atrapar colores del sol que el silicio deja pasar. Ese enfoque (células tándem perovskita y silicio), ya demostró eficiencias récord en laboratorio y, lo más importante, está transitando el puente hacia módulos y paneles comerciales.

La perovskita es un mineral descubierto por primera vez en los Montes Urales, en Eurasia, en 1839. Sin embargo, se puede fabricar a partir de materiales como bromo, cloro, plomo y estaño, todos fácilmente disponibles en la actualidad . Las 'perovskitas halogenadas' son un tipo de material cristalino, como si fueran pequeños bloques de construcción con una forma muy específica y ordenada. La clave es que su estructura básica (ABX₃), donde A y B son cationes y X es un halógeno como el cloro, el bromo o el yodo. Son prometedoras para células solares debido a su alta eficiencia y bajo costo de producción.

A la par, la investigación académica organizó el campo y definió qué arquitecturas funcionan mejor, cuáles son los materiales que dan estabilidad y qué procesos pueden fabricarse a escala sin desarmar la cadena industrial existente.

El grupo "perovskita + silicio"

El silicio domina el mercado por costo, abundancia y confiabilidad, pero sufre la barrera física del límite de Shockley-Queisser para dispositivos de una sola unión. En la práctica, las mejores celdas de silicio rondan el 26–27 % de eficiencia, mientras que los paneles comerciales se ubican bastante por debajo.

El "límite de Shockley-Queisser" establece un tope absoluto a la cantidad de energía lumínica que puede convertirse en electricidad, considerando las pérdidas fundamentales e inevitables basadas en las leyes de la física

Los científicos demuestran que sumando una perovskita arriba del silicio se aprovecha mejor el espectro, técnicamente describen que la capa superior convierte los fotones azules-verdes y deja pasar los rojos-infrarrojos a la unión de silicio.

energia solar oxford pv
En las instalaciones alemanas de Oxford PV, un investigador se prepara para realizar una medición de una célula solar en tándem. Crédito: Oxford PV.

Ese “desacople espectral” reduce pérdidas por termalización en la celda superior y aprovecha fotones que el silicio solo no convertía bien. El resultado es que el techo teórico del tándem supera de largo al del silicio simple. De hecho, la literatura técnica ya documenta eficiencias > 30 % en tándem a escala de celda, y una ruta creíble para trasladar ese desempeño a formatos de módulo.

Las células tándem son dispositivos solares que apilan dos (o más) capas de materiales semiconductores diferentes (como perovskita sobre silicio). Cada capa se optimiza para absorber una parte distinta del espectro solar (por ejemplo: una el azul y otra el roja). Al capturar un rango más amplio de luz de manera eficiente, superan el límite teórico de las células de una sola capa.

Otro truco de ingeniería clave es la capa que une las dos células para que trabajen juntas. Se utiliza una conexión llamada 'unión túnel' que es ultrafina y actúa como un puente, asegurando que la electricidad generada por ambas capas esté perfectamente equilibrada y el panel dé su máximo rendimiento.

La energía solar representa actualmente casi el 7 % de la generación eléctrica mundial y está en rápido crecimiento: creció un 29 % en 2024.

Además, la perovskita es genial porque se aplica como una pintura muy delgada. Esto significa que capta mucha luz con muy poco material, haciendo que el panel sea ligero y su fabricación más barata y con menos energía que la del silicio tradicional.

Del laboratorio a la fábrica

Le dan el título de “material milagroso” a las perovskitas porque pueden imprimirse o recubrirse sobre obleas de silicio mediante técnicas de solución o evaporación, compatibles con líneas modernas. Este es el corazón del argumento académico, la irrupción perovskita puede ser una “disrupción sin romper el negocio” porque aprovecha la infraestructura del silicio en lugar de tirarla por la borda.

Si el “material milagroso” duplica la producción no es por arte de magia, es por eficiencia superior multiplicada en millones de metros cuadrados.

Para el salto del laboratorio a la industria, deben seguir tres validaciones: la primera es la eficiencia a tamaño útil (no sólo celdas de laboratorio); la siguiente es la estabilidad bajo calor, humedad y radiación UV; y la tercera es la uniformidad en producción continua.

La primera ya se ve en módulos tándem que superan claramente a los paneles de silicio estándar; la segunda progresa con encapsulados mejorados, capas de transporte optimizadas y recetas de perovskita más robustas; la tercera, con control fino de cristalinidad, pasivación e interfaces.

Los científicos de Oxford PV (empresa derivada de la Universidad de Oxford), prometen duplicar la producción de energía solar al combinar perovskitas con silicio en células tándem; un salto realista que acerca una nueva era fotovoltaica.

Oxford y su entorno tecnológico empujaron además la narrativa de producto, paneles tándem que ofrecen más energía por metro cuadrado y mejor rendimiento en baja luz o alta temperatura. Para un usuario final, eso se traduce en sistemas más compactos en techos urbanos o plantas que generan más con la misma huella.

Desde Oxford afirman que su mayor eficiencia podría hacerlos especialmente adecuados para diversos usos específicos, como la instalación de paneles solares en los techos de los coches eléctricos.

"Queremos que nuestros paneles se prueben en diferentes partes del mundo para poder generar un conjunto de datos de rendimiento", afirma David Ward, director ejecutivo de Oxford PV.

Oxford PV afirma que actualmente fabrica sus células en una planta en Alemania y recientemente envió su primer proyecto piloto de aproximadamente 100 kW de paneles solares en tándem (suficientes para abastecer a unos 14 hogares estadounidenses promedio) a un parque solar a escala comercial en Estados Unidos.

Obstáculos para su implementación

La estabilidad es el gran obstáculo a sortear. Las perovskitas tempranas se degradaban por humedad, calor y UV, y sufrían migración iónica que mermaba performance con el tiempo. El campo respondió con composiciones mixtas (por ejemplo, formamidinio/cesio-yoduro-bromuro), pasivación de defectos y barreras de encapsulado que sellan el activo del entorno. La consigna ya no es “no duran”, sino “¿cuánto duran y en qué condiciones?”, y se contesta con certificaciones y ensayos a campo de largo plazo.

La agenda inmediata combina optimización de rendimiento con economías de escala y aprendizaje de fabricación, del mismo modo que el silicio se volvió imbatible tras décadas de refinamiento, explican los investigadores de la Universidad de Oxford.

Otro tema sensible es el plomo, ya que la mayoría de las perovskitas fotovoltaicas más eficientes contienen este metal pesado, denso y maleable, pero conocido por ser una neurotoxina perjudicial para la salud, especialmente para niños. Este exige contención del material (sobre todo en el final de uso), y estrategias de reciclado de excelencia.

oxford techos energia solar paneles
Desde Oxford PV afirman que, la mayor eficiencia de sus paneles con este "material milagroso" podría hacerlos especialmente adecuados para diversos usos, no solo techos de hogares, también en techos de autos eléctricos. Créditos: Ilustración MYL Studio.

Existen líneas de trabajo en perovskitas libres de plomo (por ejemplo, a base de estaño), aunque hoy rinden menos. El consenso práctico es minimizar el riesgo con encapsulados que eviten fugas y con cadenas de recuperación obligatorias.

Por último, los científicos marcan a la escalabilidad como un obstáculo. Para que la promesa se sienta en la red eléctrica, hay que fabricar a gran volumen y costo competitivo. Allí, las ventajas intrínsecas de las perovskitas (baja temperatura de proceso, poco material activo, posibilidad de impresión continua), son un as bajo la manga.

Referencias de la noticia

Catherine Early. "Perovskite: The 'wonder material' that could transform solar". BBC Future. Octubre 2025.

Christina Kamaraki, et al. "Perovskite/silicon tandem photovoltaics: Technological disruption without business disruption". Appl. Phys. Lett. 16 de agosto de 2021.