Cómo sembrar calabazas en casa y que crezcan sanas

Sembrar calabazas en casa es más fácil de lo que muchos creen. Con la tierra adecuada, agua y paciencia, podrás tener tus propias calabazas creciendo felices en tu huerto.

Las calabazas más comunes para huertos son la calabaza de castilla, la butternut o la típica calabaza naranja redonda.

Cuando se trata de plantas existe cierta belleza y satisfacción si las vemos crecer desde cero y sentir que fuimos parte de ese proceso. Y cuando esa planta se trata de una calabaza, el orgullo es aún mayor. Por que esta es una hortaliza que llama mucho la atención por su tamaño, su forma y la gran cantidad de cosas que se pueden hacer con ella.

Es normal pensar que necesitamos tener un gran espacio o mucha experiencia para cultivar calabazas pero la verdad es que podemos empezar con lo que tenemos a la mano. Recuerda que no hace falta ser un experto para tener un bonito Edén.

Además, sembrar tus propias calabazas te da más control sobre lo que comes. Ya que evitamos el uso de agroquímicos innecesarios, sabemos de dónde viene nuestra comida y conectamos más con la naturaleza. La jardinería siempre será una actividad que te calma, te enseña y te alimenta, todo al mismo tiempo.

Las calabazas vienen en muchísimas variedades, algunas enormes, otras decorativas y otras perfectas para cocinar. Y aunque muchas personas las asocian con la época de Halloween o el otoño, en realidad se pueden sembrar en distintas épocas del año dependiendo del clima y el lugar en donde vivas.

La calabacita larga y el calabacín redondo son las variedades más cultivadas debido a su versatilidad dentro de la cocina de diferentes países.

Conviértete en el “Rey de las calabazas” eligiendo la variedad adecuada

Primero lo primero, antes de sembrar debemos de elegir con inteligencia la variedad de calabaza que queramos cosechar, ya que no todas las calabazas son iguales. Algunas son más grandes, otras más dulces, unas se dan mejor en tierra firme y otras se adaptan mejor si las pones en macetas.

Si vas a sacar las semillas directamente de una calabaza, deja que se sequen bien durante unos días antes de sembrarlas.

Si vas a sembrar en maceta o en un espacio reducido busca variedades de bajo porte, como el calabacín largo o redondo, esto hará más fácil el manejo de la planta. Una ventaja es que hay muchas semillas disponibles en tiendas de jardinería o hasta en supermercados y algunas veces hasta puedes guardar las semillas de otra calabaza.

Una vez que hayas elegido tus semillas el siguiente paso es preparar el espacio en dónde las vas a sembrar. Si tienes un espacio en tu jardín seria lo ideal pero si no, una maceta grande también funciona. Lo importante es que cuente con un buen drenaje y con la profundidad adecuada de al menos 30 o 40 cm.

La calabaza es una hortaliza que necesita tierra suelta que no se compacte facilmente y que además tenga los nutrientes suficientes para alimentar a la planta. Para lograr la mezcla perfecta de tierra puedes mezclarla con un poco de composta o humus de lombriz.

Si vas a sembrar en el suelo procura que sea en un lugar que reciba por lo menos 6 horas de sol durante el día. El sol es necesario para que este tipo de plantas crezcas fuertes, saquen flores y eventualmente nos den frutos.

Existen muchas variedades de calabazas y es común que las personas siembren las más grandes durante el verano para cosecharlas a tiempo en Halloween.

Cuidados básicos para el momento de la magia

Durante el crecimiento debes de mantener la tierra húmeda principalmente en la época de verano. Un riego diario si hace mucho calor, o cada dos días si el clima está templado, es suficiente al inicio. Ya más adelante cuando la planta esté grande, puedes espaciar más la frecuencia de los riegos.

Un buen consejo es sembrar 2 o 3 semillas juntas en el mismo espacio y cuando broten dejar solo la planta más fuerte

Conforme pasen los días y la planta vaya creciendo vas a notar que se empezara a expandir y sacará ramas largas. Las calabazas son plantas rastreras así que se extienden por el suelo o se pueden guiar con una malla si eliges mantener el cultivo de manera vertical y ahorrar espacio.

Un punto muy importante es el tema de la polinización. Las calabazas tienen dos tipos de flores; masculinas y femeninas, y aunque ambas pueden desarrollarse en la misma planta, algunos jardineros recomiendan sembrar más de una calabaza para que pueda existir una polinización cruzada entre ellas y exista la formación de los frutos.


Después de unos tres o cuatro meses dependiendo de la variedad, vas a empezar a ver las calabazas formadas. Y sabrás que ya están listas para cosechar cuando el fruto se sienta duro y tenga un color uniforme. Además de que el tallo que une la calabaza a la planta empieza a secarse.

Y aunque tiene su chiste, sembrar calabazas en casa no es cosa del otro mundo. Hay que tenerle paciencia a la planta, observarla, acompañarla y saber que no siempre va a salir todo perfecto, a veces llueve mucho, otras no tanto, de pronto aparecen bichitos.

Pero ahí está lo bonito porque aprendes a adaptarte, a probar cosas nuevas y a entender lo que necesita una planta. Y cuando al fin ves una calabaza creciendo en tu casa, esa sensación no se compara con nada. Así que si estabas dudando en empezar, ¡Hazlo ahora! Tu calabaza perfecta puede estar a una semilla de distancia.