El 'petróleo verde' del Brasil: cómo la caña de azúcar puede substituir el material en varios sectores
La caña de azúcar se perfila como candidata al "petróleo verde" de Brasil. Gracias a la tecnología, este cultivo puede producir de todo, desde combustible de aviación hasta plástico, reemplazando los derivados del petróleo y reduciendo las emisiones, impulsando así la economía baja en carbono del país.

La caña de azúcar se está consolidando como el "nuevo petróleo", solo que verde y renovable. Los expertos sugieren que esta versátil planta puede sustituir al petróleo en diversos usos, desde combustibles hasta materiales, con la ventaja añadida de ser sostenible.
Según investigadores de la Universidad de São Paulo (USP) y Embrapa Agroenergia, prácticamente todos los ingenios azucareros pueden ser redirigida para generar diversos combustibles y materiales. Desde el combustible para aviones hasta el plástico, casi todo lo que actualmente depende del petróleo puede tener una alternativa vegetal, aprovechando la cadena de producción existente y emitiendo mucho menos carbono.
Mucho más que azúcar y etanol
Actualmente, los ingenios azucareros producen principalmente etanol y azúcar, pero con la innovación, pueden ofrecer mucho más. Así como el petróleo produce innumerables derivados, desde gasolina hasta plásticos, la biomasa de la caña de azúcar también puede transformarse en diversos productos esenciales. Con inversión tecnológica, un ingenio azucarero puede funcionar como una refinería ecológica, generando insumos que actualmente dependen del petróleo.
Se han identificado varios derivados potenciales de la caña de azúcar que pueden reemplazar a los combustibles fósiles, por ejemplo:
- combustible de aviación sostenible (SAF): queroseno de aviación renovable para propulsar aeronaves;
- biocombustible marino (biobúnker): una alternativa ecológica al petróleo pesado utilizado por los barcos;
- hidrógeno verde: producido a partir de biomasa de caña de azúcar; una fuente de energía limpia;
- bioplásticos: plásticos elaborados a partir de etanol de caña de azúcar, que reemplazan a los derivados del petróleo.
Las empresas están invirtiendo en caña de azúcar sostenible
Algunos ejemplos de este potencial ya se están poniendo en práctica. Desde 2016, Grupo Boticário ha adoptado un "plástico verde" elaborado a partir de etanol de caña de azúcar en sus envases, reemplazando el plástico convencional. Actualmente, más de 2000 productos de la marca utilizan este material renovable. La empresa también utiliza residuos de la caña de azúcar, como el bagazo, para producir alcohol sostenible (EcoÁlcool) utilizado en perfumes, reduciendo considerablemente sus emisiones de CO₂.

Otro gigante del país más gran de América del Sur, Raízen, está invirtiendo en etanol de segunda generación (E2G), que utiliza bagazo y paja de caña de azúcar.
Este combustible de nueva generación emite aproximadamente un 80% menos de gases de efecto invernadero que la gasolina. Iniciativas como estas ilustran cómo la caña de azúcar puede, en la práctica, sustituir a los combustibles fósiles y reducir la huella de carbono.
Brasil lidera el camino del "petróleo verde"
Brasil ya es líder en combustibles renovables, siendo el segundo mayor productor de etanol del mundo (solo por detrás de Estados Unidos, que utiliza maíz). La caña de azúcar brasileña produce mucho más etanol por hectárea que el maíz —hasta 10.000 litros por hectárea con tecnologías avanzadas.
Además de una productividad superior, el país cuenta con otras ventajas para liderar esta economía verde. La cadena de la caña de azúcar cuenta con una infraestructura consolidada e incentivos para combustibles bajos en carbono. Prácticamente toda la biomasa de la caña de azúcar puede integrarse: el etanol se obtiene del jugo; la electricidad y más etanol, del bagazo y la paja; incluso el CO₂ de la fermentación puede convertirse en combustible sintético.
También hay margen para expandir los cultivos sin deforestar, aprovechando millones de hectáreas de pastizales degradados. Aun así, se necesitarán inversiones y políticas públicas para acelerar esta transición. Con todos estos factores a su favor, la caña de azúcar tiene todo lo necesario para consolidarse como el "nuevo petróleo verde" de Brasil, impulsando sectores enteros de forma sostenible y colocando al país a la vanguardia de las energías limpias.