Luces vivas: plantas bioluminiscentes; cuando la ciencia hace brillar el jardín

Imagina cambiar lamparas por flores: la nueva petunia bioluminiscente, creada por bioingenieros, llegará a las tiendas en 2025, prometiendo jardines que brillan por sí solos y reavivando los debates sobre sostenibilidad, seguridad medioambiental, ética de la modificación genética y regulación mundial adecuada.

bioluminiscencia
Resplandor natural: las plantas bioluminiscentes transforman el jardín en luz viva.

Imaginate caminar hacia tu jardin al anochecer y ver, en lugar de luces, flores que irradian un brillo suave como luciérnagas estacionadas en los macizos de flores. Esta escena de ciencia ficción ahora se está convirtiendo en realidad gracias a la bioingeniería.

En 2024, la startup norteamericana Light Bio obtuvo la aprobación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para comercializar Firefly Petunia, la primera flor transgénica que produce su propia luz continua, sin baterías ni aerosoles lumínicos.

La hazaña es más que un truco estético: abre el camino a macetas, árboles e incluso cultivos comerciales capaces de iluminar calles, invernaderos o salones con la energía generada por la propia planta. Al mismo tiempo, reaviva los debates sobre la regulación, la seguridad ambiental y la fascinación humana por las criaturas que brillan en la oscuridad, desde las luciérnagas hasta las medusas, ahora traducidas a plantas.

Cómo las plantas logran brillar

Firefly Petunia recibió un conjunto de seis genes de un hongo bioluminiscente (Neonothopanus nambi) que convierte un compuesto común en las hojas, el ácido cafeico, en luciferina, el “combustible” para la reacción de la luz. Luego, una enzima llamada luciferasa oxida esta molécula y libera fotones verdosos, visibles en ambientes oscuros. El flujo químico es cíclico: la planta recicla sus propios reactantes y no necesita ATP extra, manteniendo su brillo noche tras noche.

petunias, nano, luz
Las plantas nanobiónicas emiten su propia luz, lo que apunta a un futuro con menos lámparas convencionales. Foto: Anne Trafton | MIT News Office

Los investigadores del MIT están tomando otra ruta: están inyectando nanopartículas cargadas con luminóforos en especies como el berro. El resultado aún es débil, pero duró cuatro horas sin electricidad externa, lo que abre perspectivas de “luces verdes” temporales. A pesar de los diferentes enfoques, transgénesis permanente versus nanobiónica temporal, todos se basan en la misma receta biológica: transformar la energía química en luz sin cables ni baterías.

De la mesa a la maceta: el viaje al mercado

Cuando el proyecto comunitario Glowing Plant se lanzó en Kickstarter en 2013, prometiendo enviar semillas brillantes por correo, desató un debate sobre quién debería regular los organismos genéticamente modificados fuera del laboratorio. Sin aprobación oficial, el plan fue archivado. Más de una década y muchos experimentos después, Light Bio ha recopilado datos de seguridad, convencido a los reguladores y lanzado preventas en línea a $39,99 por plántula, con entregas previstas para la primavera de 2025.

Principales hitos que conducen al “jardín iluminado”:

  • 2013: la campaña Glowing Plant populariza la idea de las plantas de bombillas, pero se topa con una falta de reglas claras;
  • 2017: el MIT demuestra berros con nanopartículas que brillan durante horas, acuñando el término “nanobiónica vegetal”;
  • 2021: la nueva generación de estos berros logra un brillo LED recargable, acercándose a los usos prácticos;
  • 2024: el USDA autoriza la venta de la Firefly Petunia, citada por TIME como uno de los mejores inventos del año;
  • 2025: las plantas llegan a los viveros de EE. UU. y se convierten en un éxito en los videos nocturnos de “jardines a la luz de la luna” en TikTok.

¿Iluminar el futuro o despertar nuevas dudas?

Los entusiastas imaginan avenidas bordeadas de árboles luminosos que ahorren energía y reduzcan la contaminación lumínica. Los invernaderos podrían cultivar alimentos con la tenue luz emitida por las propias hojas, reduciendo las facturas de electricidad. En regiones sin acceso confiable a la red eléctrica, los jardines bioluminiscentes ofrecerían iluminación de bajo costo y bajo mantenimiento.

Por otra parte, los científicos instan a la cautela. Aunque Firefly Petunia es estéril y está destinada únicamente a la jardinería ornamental, la liberación de genes brillantes en el medio ambiente aún plantea incertidumbres: ¿qué impacto tendría en los polinizadores nocturnos? ¿Qué pasaría si las especies invasoras captaran estas instrucciones de luz? También surgen discusiones éticas sobre el “diseño de la naturaleza”, cuestionando hasta qué punto es legítimo modificar organismos para el entretenimiento.

Mientras tanto, la fascinación por el brillo verde continúa creciendo, y tal vez en un futuro cercano iluminaremos nuestro camino no accionando interruptores, sino regando las plantas.

Referencia de la noticia:

Glow-in-the-dark petunias that bring moonlight glow to gardens now available in Houston area. 13 de março, 2025. Dominguez, C.